Malvina, la milf cachonda

Vas por la calle y se te cruza una madurita así, te la camelas para follar, dice que sí y ¿cómo seguirá?…

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Malvina MILF Putalocura

¡Nueva Pillada en Putalocura, una Milf riquísima y súper cachonda que nos regala un polvazo tremendo!

¿Pero qué tienen las Milfs que nos vuelven locos? A mi las maduras follables me encantan, no se a vosotros pero a mi me empalman el pito rápidamente. Me gusta pensar en la experiencia que tienen, que tienen ganas de polvo, que les gusta la polla y que tienen ganas de un buen meneo.

Por eso, cuando veo a una interesante no puedo resistirme y tengo que ir a por ella. Con Malvina fue lo que pasó, la vi de lejos y ya me empecé poner a palote, y como la polla manda, allá que fui a por ella a ver si podía beneficiármela.

Malvina es del este de Europa, lo cual me puso todavía un poquito más a tono, porque me mola el acento y porque me ponen también mucho las extranjeras ¡que cojones, me ponen todas!

Le entrevista fue corta, rápida, se le notaba que le molaba el tema, no tenía nada que perder y la experiencia yo creo que le generaba también curiosidad y morbo, de hecho mirad como es que casi se me queda en pelotas ¡en plena calle!

Me puso tremendo ver como se quitaba ropa en la calle, pero os prometo que no podía imginarme lo que iba a encontrarme luego, ya en el estudio, al quitarse la ropa se descubrió un cuerpazo tremendo, follabilísimo que me puso loco.

Unas tetas riquísimas, con unos pezones de esos que podrías estar mordisqueando horas ¡como disfruté chupándoselas una y otra vez! Pero… ¿y ese culo? Un CULAZO señores, un culo como la copa de un pino que no podía más que pensar como iba a botar encima de mi pito dándome placer a cada cabalgada.

¡Y como chupa! boquita experta de lengua juguetona que recorre el pito haciendo que se ponga de piedra, pero Malvina sabe lo que quiere y su coñito pide polla, la mamada no es larga porque esta Milf quiere cabalgar, quiere acción y no veáis que polvazo el de esa mañana. Tal es la cabalgada y el polvazo que no puedo más y me corro dentro, dejando su coñito bien relleno de leche del amor, para que se vaya contenta.

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