El otro dia me fui de compras a La Vaguada y al salir, deje el carro de la compra en el enganche. Me devolvieron el euro que puse para poder coger el carrito. Por ahi estaba un niño de unos 8 años aburriendose, me acerqué a el y le regalé el euro. Que cara puso! jaja
Se fue corriendo hacia sus padres con la mano abierta a contarles que le habia dado un euro. Yo me fui de alli y al cabo de 10 segundos veo al niño que viene corriendo hacia mi, y me dice:
– gracias!!!
– Jaja, de nada majo – le contesté.
Esto me recuerda a cuando era niño y me encontraba dinero en una cabina de telefonos o por la calle. Me sentia enormemente feliz.
Esta vez el que estaba feliz era yo, haciendo feliz al niño y recordando con emocion cuando fui niño.