¡Hola hamijos! Durante esta semana voy a compartir unos extractos de mi nuevo libro EL CÁNCER FEMINAZI: EL PORNO EN DEFENSA DE LA LIBERTAD. Así podéis haceros una idea del contenido que encontraréis si lo compráis… Por menos de 10 cochinos euros!! Es la mejor manera de apoyar mi trabajo, proteger vuestras pajillas y luchar contra la dictadura feminazi que tanto mal nos hace a mujeres y hombres. Haz click aquí para pillar tu ejemplar antes de que se agoten o lo prohíban.
Si nos ponemos tibios y damos por bueno que el porno que yo hago es malo, malísimo, porque es “mainstream” (heterosexual, blanco, patriarcal… MACHISTA), aceptemos que existe un porno bueno. Adivina, adivinanza… ¿cuál será?
¡¡EL PORNO FEMINISTA!!
Santo remedio. Adiós problema. Aplicamos la “mirada de género”, la “perspectiva feminista” o cualquier otra coletilla chorra que nos garan tice la aprobación en este circo y a darle a la manivela con el bene plácito del clero. ¡Alegría! ¿Y esto cómo se hace?
Según sus teorías, produciendo escenas que atiendan los deseos de las mujeres y repre senten la manera de vivir el sexo que ellas tienen.
Vaya por dios, pues esto parece un poco… SUPREMACISTA Y SEXISTA.
¿Acaso no defiende el feminismo la diversidad o la libertad? Las mujeres, como el resto de seres humanos que no tenemos la suerte de estar dotados con la luz de la hembrandad, tienen una gran variedad de deseos y no deben ser culpabilizadas por ello. Tienen que poder disfrutar de su manera de ser mujer, y de ponerse cachondas hasta en lo políticamente incorrecto (llamarla puta, sentirse objeto sexual…). Lo contrario sería cortarles las alas y querer que todas encajen en lo que debe de ser, es decir, lo que diga la secta (o el partido). No sé a vosotros, pero a mí eso me parece muy poco feminista.
Quien diga que las mujeres tienen una gama concreta de deseos y una manera concreta de vivir el sexo, está diciendo que las mujeres son simples y encajan en un uniforme, no está defendiendo ni diver sidad ni libertad. Menudo cacao tienen, que reivindicando chorradas tiran por tierra la base de toda la lucha feminista. Hay que reírse…
Pero claro, como el porno da dinerito, pongo aquí el sello morado de mi lobby y a vivir. Si es que es de cajón. ¿No puede hacer cada uno el porno que le salga de los huevillos u ovarios y quedarnos todos tranquilísimos sin tanta tontería? Que la gente elija y ya. Pues no, parece que hay que hundir al de enfrente para llevarse un cacho de pan a la boca, y todo con politiqueo y grandes justificaciones falsamente progres.
Hemos pasado de convivir con varias generaciones de mujeres que se sentían culpables por querer vivir siendo sexuales, a crear una época en que muchas chicas llegan a dudar de que sus fantasías sean legítimas, porque son “poco feministas”, de modo que siguen estando insatisfechas y sujetas a un control moral. ¡Qué progreso! Y por supuesto, castrar la creatividad de la sexualidad y reducirla a mecánica homologada, porque, además, el porno feminista tiene que cumplir con una normativa. Qué cosa más libre, ¿no? Qué libertad creativa para todas las directoras, como si eso de la diversidad sirviera para todo menos para las guarrillas, que según sus pregoneras tienen que ser todas uniformes y que les guste lo que ellas digan… Tiene sentido, como los hábitos de las monjas, o los atuendos de las pobres almas que tienen encerradas en sus colegios, como lo fui yo.
Repasemos las directrices que debe cumplir el porno feminista, como cuando los censores de Franco hacían lo mismo para permitir proyectar cualquier peli:
■ No es coitocéntrico, porque el sexo es mucho más que meterla por el chumino. Estoy de acuerdo, por eso en mi porno torbellinesco hacemos bukkakes, entre otro tipo de escenas no coito céntricas. También la metemos por el chumino en otras tantas grabaciones, cosa que a muchas mujeres les encanta, como bien demuestra el mercado de los dildos, que se venden a hombres y mujeres, heterosexuales y lesbianas. Incluso en forma de strap on, para que una que no tiene pito pueda jugar a empotrar con su polla de quita y pon a su amiga, amigo o a su vagina en lata. De todo hay y eso es lo guay.
■ Muestra físicos diversos, porque todas las personas pueden gozar del sexo sin tener que ser perfectas a la vista. Estoy de acuerdo, por eso en mi porno salgo yo con mi polla estándar, mis pelos y mis kilos y conmigo, desde el principio de mi andadura. Y marcando un hito en el porno español, han grabado escenas personas en silla de ruedas, personas con enanismo, sordas o ciegas, personas de más de 50 años y con absolutamente todos los aspectos físicos, que es la gracia que tiene el porno amateur que yo hago. De hecho, es algo de lo que estoy muy orgulloso y he usado la etiqueta de “Porno Freak” para apropiarme del insulto fácil, igual que hacen los que se autodenominan maricas, bolleras, gordas, etc.
■ No denigra a la mujer ¿Y quién decide lo que es denigrante y lo que no? ¿Y por qué las fantasías no pueden ser denigrantes? Este mandato no entra en mi manera de comprender el mundo, y me parece una soflama inconcreta en su contenido.
¡Pues va a resultar que mi porno es bastante feminista! ¡Mira qué guay!
Es evidente esta suprema gilipollez que es el porno feminista no hay por dónde cogerla como concepto. Es decir, nos han pretendido colar una idea como alternativa mejor o como algo novedoso, con sus eslóganes de siempre que a la mínima que les prestas atención real dan la puta risa. Pero claro, a la sociedad no le da tiempo ni ganas de rebatirlas, porque es un coñazo de la virgen. Y mientras tanto, se van asentando conceptos absurdos.
A mí me parece muy bien que cada persona creativa pueda hacer lo que le da la gana, y también estoy a favor de que cada cual se busque las alubias como mejor le parezca, es lo mismo que he hecho yo. Pero, ¿por qué no podemos existir en el mismo universo, y vivir en paz y armonía neocristiana pacifista, las folladoras de culos con arnés y pelos de colores y yo? ¿Para que ellas puedan ejercer su libertad creativa tengo que dejar de hacerlo yo? ¿Para que estén representadas en el porno las fantasías de la totalidad de la población femenina y puedan machacarse el clítoris a placer tiene que joderse el señoro verde que ve mis videos? Vaya con sus coños igualitarios, buenos cojonazos tienen.
A ver si nos queda claro: NI FEMINISTA NI FEMINISTO. En internet y antes de internet existe y ha existido porno de todos los colores y sa bores: feminista, machista, fetichista, peludo, lesbiano, marciano, di bujado y sigue sumando. No hay falta de contenido, el contenido más visto es el más demandado, simplemente.
¿Igual las mujeres usan menos el porno y más la imaginación? Es una hipótesis no probada por ahora, por lo que no la compro. ¿Tal vez les gusta más el porno pecaminoso, inmoral, peligroso, denigrante, etc, que las lideresas de lo suyo pretenden tumbar? Vaya, pobrecitas alienadas. O malditas cómplices del enemigo, ya no sé, se me hace la picha un lío.