Desde siempre he comprado libros, toda la vida me he sentido atraido por leer historias, aprender de lo que dicen los demas, perderme en esas maravillosas paginas que te atrapan y no te sueltan. El tiempo, los quehaceres diarios y los hamijos, siempre me han quitado tiempo para leer, y la excusa que ponia para no hacerlo era la de:
«ya lo leeré mas adelante». Asi, de esa manera, me he hecho con una coleccion de casi 1000 libros, de los que habré leido quizas la mitad.
A los libros siempre les he tenido mucho respeto, los he cuidado lo mejor que he podido, y los he tenido siempre conmigo. Leer era algo asi como un ritual, de ponerse y disfrutar, y muchas veces me comia libros que no me gustaban demasiado, por el hecho de haberlos comprado, y por ese respeto que le tenia a la lectura.

Eso ya se ha acabado, le he perdido por fin ese respeto a los libros, gracias a que leo tantisimo en internet, ahora soy capaz de leer muchisimo mas rapido. Y lo que era antes ponerme ante un libro, ahora es como entrar en una pagina web y leer lo que pone. Vamos, que por fin me he puesto, ha llegado ese dia, y estoy leyendo todos los libros que tenia para leer, y me los ventilo echando ostias. A la mayoria les doy 40 paginas para que me cuenten algo, si me gusta o lo veo interesante, sigo, sino empiezo a darle al fast forward al libro, a saltarme parrafos, luego paginas, y despues grupos de paginas, hasta dejarlo. Si no me engancha, pongo el libro en un estante para regalarlos o venderlos en webs de segunda mano. Si el libro me atrapa, sigo leyendolo. Como voy tan rapido, soy capaz de leer un libro de 150-200 paginas en un dia. Sanchez Dragó tambien lee libros en un dia, es posible. Lo triste de todo esto es que dejo mas libros que los que leo, porque muchos no me interesan. Pero los que me interesan, los disfruto hasta la ultima pagina, como se disfruta una mujer, recorriendo su cuerpo y su mente.

Leed, malditos, leed, que sino vuestro cerebro se quedará del tamaño de una avellana.