Un año despues, vuelvo con aquella serie autobiografica que cuenta aquellos años en los colegios que estuve: «Malas Notas», os acordais?. Pues ya estoy en el capitulo 13 que empieza asi:

Habia empezado en un nuevo colegio, el famoso colegio Munabe, iniciaba el curso de 7 de EGB y tenia 12 años. Aquel año en el internado Izarra quedó atras, mis padres oyeron mis plegarias y me sacaron de aquel infierno. Eso si, suspendi 2 de 8 asignaturas, para variar, me quedaron Lenguaje y Ciencias, que mas tarde las aprobé en mi nuevo colegio. Pero me pase todo el puto verano empollando. A partir de entonces no conoci nunca ningun verano tranquilo, siempre tenia alguna asignatura que se me atragantaba y la suspendia, asi que tocaba pencar y estudiar todos los veranos mientras todo el mundo se lo pasaba de puta madre jugando en la calle. Eso acrecentaba mi odio hacia los estudios hacia limites insospechados. Fijaos la mania que le cogi a estudiar que cuando definitivamente lo dejé, no me saque el carnet de conducir porque habia que empollar.

Llegar a un nuevo colegio era como empezar de nuevo, era borron y cuenta nueva, pero al mismo tiempo los temores se apoderaban de mi, como serian los profesores y los compis?. Mis padres, por casualidades de la vida, me habian llevado a 4 colegios diferentes en 7 años, que niño puede soportar esos cambios de amistades? era cambiarse de cole y tener que buscarte la vida. Menudo stress para un niño de 10 años… ahora entiendo por que cambio de amigos tan facilmente, no me cuesta, es lo que me enseñaron en los primeros años de mi vida.

dibujos hechos por el genial dibujante Fermin Solis

Aquellas aulas, a veces lo recuerdo todo con una claridad meridiana, cierro los ojos y todavia puedo sentir el pupitre de madera encima de mis rodillas, el olor de la goma de borrar Milan, el profesor entrando en clase y el ruido al hacer cuando todos nos teniamos que levantar para recibirlo, el ruido inconfundible producido por una tiza en la pizarra. Aquel sonido de los niños abriendo los libros, es que es mirar a mi alrededor y todavia ver a todos los niños encorvados escribiendo. Todos menos yo, que parece ser era el unico que se aburria como una mona ante las tediosas y aburridisimas clases. Como habia que estar con la cabeza gacha escribiendo, idee un plan infalible: me pasaria las horas dibujando en el libro de estudio, teniais que ver como estaban los libros, todas las hojas con algun dibujillo, y a todos los retratos de gente importante, con «bocadillos» diciendo alguna chorrada. Que divertido era aquello. Muchos amigos me pedian el libro de ingles para ver las cosas que ponia, y se partian. Total, que ingles siempre se me dio mal porque nunca lo pude aprender, ya que no tenia el libro conmigo, o estaba dibujando en el.

En aquel curso hice muy buenas amistades, tan buenas que todavia las mantengo, gente muy maja es lo que habia en ese colegio, y creo que era lo unico bueno que tenia. Bueno, y algunos profesores, que realmente fueron como segundos padres. Es dificil poner en una balanza lo bueno y lo malo, en la vida tienes de todo, lo que si puedo decir es que alli hubo momentos de esos de risa loca muy buenos. Ya os contare con mas detalle las locuras de aquel adolescente. Ahora quiero dejaros este buenisimo videoclip que me recuerda tantisimo a aquellos dias en el cole, que lastima que no hubiera chicas, el juego que hubieran dado jaja.

The FRAY – Heartless from IE HAGY on Vimeo.

Si quieres leer toda la serie completa, visita «Malas Notas», y empieza desde el capitulo uno, de abajo a arriba.