No puede ser de otra forma. Camila Palmer es colombiana, y como buena representante de su tierra es ardiente, como el sol que empieza a calentar en verano, Camila está salida, y quiere pollas, dos en concreto, me pidió dos pollas para follar bien a gusto y como soy así de majo, se la busco, para que pase un rato bien divertido y de paso sea ensartada por dos buenos palos que la llenen de placer y de lefa…
Aquí viene, Camila Palmer bonita como ella sola, con una camisetita entallada y unas braguitas, y que rica me va, sólo llegar ya se desviste, y la polla que hay ahí cerca empieza a despertarse, se estira, bien estirada y aparece erecta ante el cuerpazo de Camila, que está que se rompe de buena, que además, con esa carita inocente y picarona te pone todavía más cachondo. Camila Palmer, que ve esa polla de tamaño considerable, empieza a babear, cuando la ve de reojo ya no se quita la sonrisa de la cara.
Camila la coge bien con la mano se la empieza a machacar y se la mete de lleno en la boca, las mamadas de Camila Palmer son increíbles y tremendas, mama como una profesional, como las diosas, se mete tu polla en la boca hasta dentro, hasta que te toca los huevos y se puede escuchar en todo momento el sonido de chuparla, de succión que hace mientras te la está comiendo, yo ya no puedo más me saco también la polla y le damos ración doble a Camila Palmer, como las natillas, pero de polla.
Se las mete las dos en la boca, los sables se tocan, tenemos por culpa de Camila los rabos duros como piedras y se está pegando un festín de carne de cipote tremendo, no para de ir de una a otra, tiene la boca llena de polla y lo disfruta. Llega el momento de follar porque Camila está a punto, el chocho le chorrea y hay que ser un caballero y ensartarla.
Ella no para de chupar polla en ningún momento, sólo para poder gemir porque con la boca tan llena no puede, y mientras está chupando la estamos follando a cuatro y le da un gustazo tremendo. Nos la follamos bien rico, no os perdáis los gemidos de Camila, no para, es una locura de escena, al final no podemos más y las dos pollas le damos bien de lefa.
Camila se lo come todo, y lo disfruta, te lo enseña y lo saborea y ella se lleva bien de cremita nutritiva para protegerse frente a estos días de calor, se come la lefa de dos pollas y siempre con una sonrisa en la cara ¡Increíble Camila Palmer!
