Hamijos, esta escena es una delicia, además improvisada, estábamos haciendo escenas, la oficina de Putalocura, es eso, una locura y siempre hay mujeres y también algún mozo en pelotas rondando por ahí, y esta escena salió de manera espontánea.
Estábamos haciendo unas tomas con Marina, que la verdad estaba muy cachonda y queríamos unas fotos y algo de vídeo de ella tocándose a gusto, tanto es así que Marina cuando se pone a lo suyo va sola, pone la directa se olvida de las cámaras y disfruta a tope del placer, y ahí estaba ella tocándose la guitarra, cachonda, el chocho se puede ver que estaba húmedo, mojado y dispuesto para la acción y uno de los mozos que pasaba por ahí, se amorra y se pone a comerle todo el chocho.
Lo siguiente es un disfrute visual en todos los sentidos, Marina cuando nota la lengua del atrevido joven en su vulva se estremece, gime, pero invita a más, el mozo mete la cabeza hasta dentro sacando la lengua a pasear por todo el chocho de Marina, que a juzgar por las caras que pone y sus gemidos, lo está disfrutando a tope, ¡que cachondos nos pone Marina! más con sus gemidos y sus caras de auténtico placer.
Mientras nos deleitamos con los gemidos, y la chupada de coño que no tiene desperdicio, disfrutaremos del cuerpazo de Marina incluso a cuatro, porque hay un momento que se gira y le pone el coño en la cara a cuatro, bien abierto metiéndole las cachas del culo entre sus mofletes para que meta bien la lengua hasta dentro, una corrida tremenda que se lleva Marina.
En la balanza de las corridas el joven está en desventaja, Marina que es muy justa tiene a bien cogerle la polla y empezar a comérsela como ella sabe, tiene un don especial para las mamadas y el chicuelo dura poco, a nada ya se está pegando una corrida tremenda, con una cantidad ingente de semen del cual Marina da buena cuenta y no deja ni gota ¡increíble Marina Gold!