Tener en la cama a una Milf gustosa y sabrosa es lo mejor. Vaya por delante que sabéis lo que me gustan las maduras, siento debilidad por ellas, mi puntita se deshace en sus chochos húmedos y cachondos la verdad… Esa soltura, ese saber hacer, tienen tan claro lo que quieren, en fin, la experiencia que es un grado vital en la vida. Pues está francesa es una delicia, en esta ocasión por temas de agenda no podía ser yo quien me la beneficiara pero me encargué de que tuviera un buen pollón a su servicio.
Felicia Gokkum tiene 42 maravillosos años, y desde que perdió la virginidad a los 16 entendió que un buen rabo le gusta mucho más que una baguette, y eso para una francesa, es mucho decir. Aquí se lo servimos en bandeja y tamaño XL. Es bastante zorrona, le gusta mucho joder, así que en cuanto tiene este cimbrel delante la boca ya comienza a salvarle pensando en tragárselo, pero antes, el mozo, tiene a bien comerle las tetas, que las tiene muy ricas y meter cabeza en el chocho a ver como sabe.
Tremendo Bukkake cachondísimo que nos dejó de recuerdo Felicia Gokkum en su última escena, comió pollas como panes y las lefó todas asegurándose de que todo cayera en su boca ¡no te lo puedes perder!
Después de ponerle el coño bien mojado, el morlaco mete por la directa, pollón erguido lo mete a cuatro en el culo juguetón de Felicia Gokkum, le pega contundentes arremetidas con ganas. Poned el volumen para escuchar bien los gemidos de esta zorra francesa que lo goza grande. El pollón se mete y sale de su chocho con mucha fricción, pues Felicia Gokkum aún aprieta más el culo contra el chico para sentir su polla más adentro. Ojo porque nos queda por delante una follada brutalísima.
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Con Felicia Gokkum abajo el mozo manda y le embiste como si su polla fuera un ariete que quiere tumbar un muro, ella de lado a lado gime de gusto, quiere esa polla en la boca, así que para y le pega una mamada de cojones, bien ensalivada, hasta adentro, cogiendo bien la polla. Con el cimbrel bien tieso se lo vuelve a cabalgar, pero para para chupar unas cuantas veces más, al final, el morlaco no puede con su vida y explota en una cantidad de grumos y lefa caliente, tremenda, ella a boca bien abierta no quiere perder ni una gota y ¡se lo traga todo!