Ya he vuelto de mi expedicion cerda por aquellos lares, y que puedo decir… que me he quedado sin picha de tanto meterla en esos preciosos chochitos rosas. Que maravilla de mujeres, tan rubias y con esa piel tan blanca que parecen haber salido de que las limpien.

Polvos como truchas les he metido. Todos los dias caian una o dos de estas preciosidades, y la verdad es que empiezo a notar la edad, antes me podia follar a dos criaturas en el mismo dia, y a dia de hoy estoy un poco menos resolutivo que antes. Quizas es que estoy gordo como una morsa, o tenga que ver mis problemas de corazon, no se, pero me he asustado un poco al ver que no estoy ya como antes. Espero que sea una racha mala y todas las aguas vuelvan a sus cauces.

Alli en Praga, ademas de meter la puntita, he comido de mas (siempre me pasa, no tengo control alguno), y el cerderio dulce no me lo he podido reprimir. Voy directo hacia la decadencia del ser humano, haciendo sexo indiscriminado, comiendo cosas que engordan, durmiendo menos horas… el declive de occidente en el cuerpo de un porcino humano.

De todas maneras aqui sigo, cumpliendo fantasias y sueños que tuve cuando era un pajero irredento de minimo 2 pajas diarias. Esto es lo que me gusta de la vida, que a veces los deseos se cumplen, y te sientes como realizado. Aqui teneis unas cuantas fotos de estas jacas, que estan para darles por todos lados. Pronto vereis las escenas que he hecho con ellas, para que la optimizacion de las pajas diarias se realice. El circulo cerrado. Nos vemos por aqui.