El tiempo pasa que ni te das cuenta. Hoy hace 15 años que vine a vivir a Madrid, allá por 2003. Que diferente era todo. La melancolía se apodera de mi. Recuerdo con nostalgia aquellos años en los que no tenía apenas dinero para rodar porno, en los que el tiempo pasaba muy despacio.
Miraba una chica y me quedaba como atontado. No estaba acostumbrado a los bellezones. Era mucho más ingenuo e inocente que ahora, y estaba todo por hacer todavía.
Recuerdo cuando vine a Madrid que fue justo cuando cayó todo el negocio de los dialers que era con lo que yo vivía. Todo se fue la mierda y multitud de webs españolas cayeron. Solo pudimos sobrevivir los más fuertes. De hecho, solo han llegado hasta aquí los más fuertes, porque este negocio está lleno de trampas. Y te puede venir la trampa por donde menos te lo esperas…
La razón por la que vine a Madrid a vivir, fue por un amigo que tenía por entonces, que era diseñador gráfico y me solía decir siempre lo mismo:
– Tío, tienes que ir a Madrid, una persona como tú tan creativa y abierta al mundo, debe de ir a Madrid, porque allí está todo, y está todo el mundo. Bilbao es un pueblo, y ya se te ha quedado pequeño. Tienes que irte de Bilbao, tienes que ir a la capital.
Me lo dijo tantas veces, que acabé creyéndomelo. Y dicho y hecho, cogí todas mis cosas y me vine a la capital. Me pillé un chalet en Aravaca y justo cuando vine se me descalabró un poco mi economía. Entonces lo que hice fue meterme 16 horas en el ordenador todos los días para buscar maneras de sobrevivir, de conseguir publicidad, de ganar dinero. Fueron unos meses agotadores pero al final logré salir adelante.
Algún día tendré que contar mis memorias, como llegué hasta aquí. Fue un largo camino. Pero si soy sincero, he de agradecer mucho a esta gran ciudad que es Madrid, el haberme acogido y haberme brindado tantas facilidades para salir adelante. Aquí estoy muy feliz, Madrid me ama y yo amo Madrid.
