El conocido escritor Juan Manuel de Prada se mete en charcos y se mancha. Y casi sin darse uno cuenta saca a relucir sus tortuosos pensamientos de lo que está bien y lo que no en materia de sexo. Y como no, queda retratado.
Me llevo las manos a la cabeza al oírle decir lo que piensa sobre el sexo, el porno, o las gentes que lo hacen y lo consumen. Flipo bastante con el concepto que tiene de las cosas que se hacen con las partes pudendas, y sólo me queda pensar de él que es un pobre hombre ya mayor (mentalmente sobre todo) encerrado en casa escribiendo dia y noche, que ha perdido totalmente el juicio y el contacto con la sociedad. Vamos, un viejoven en toda regla, pero en el sentido más rancio de la palabra.
Juan Manuel de Prada suele escribir su columna semanal en el diario ABC. Hubo una muy sonada donde venía a decir que si consumías porno acabarías deseando hacer sexo con niños. Un disparate que le llevó a ser trending topic y a que todo el mundo se riera en su cara. Pues no hay gente que consume porno, no… En la entrevista decía: «El consumidor de pornografía convencional acabará consumiendo pornografía alternativa, hasta que llega el día en que desea también consumir pornografía en la que aparezcan niños»
Nota: Para todos aquellos listos que me acusen de precisamente lo que aventuraba Prada, es muy necesario el leer este artículo donde explico las cosas desde mi punto de vista.
Prada es un católico confeso y un antiporno total, de ahí que luego te suelte “La pornografía te va matando el alma”. En fin, todos sabemos que los cristianos no se llevan muy bien con determinados placeres mundanos. ¿Qué le vamos a hacer?. Pero en fin, lo que aquí nos trae es lo que ha dicho el señor Juan Manuel de Praga en su columna sobre mi. Os pongo en situación. Hace una semana parece ser que en este santo país estaba de moda opinar sobre «La Manada». Pues bien, no podría ser de otra manera que Prada también opinase, pero atención, porque según él, yo tengo parte de culpa de los comportamientos de esos tipos. Extraigo un trozo de lo que dice:
(…)Lo que han hecho esos bicharracos (Los de la manada) es exactamente lo mismo que hacían, según supimos hace poco, unos futbolistas multimillonarios que contrataban los servicios de un pornógrafo para que les organizase «bukakes». Sólo que aquellos futbolistas multimillonarios pagaban al pornógrafo, que a su vez pasaría una propinilla insignificante a la pobre muchacha que se prestaba a la vileza, mientras que los bicharracos de «La Manada» no podían permitirse estos dispendios.(…)
Vayamos por partes, señor Prada. Supongo que con el «pornógrafo» se referirá a mi. Pues bien, yo jamás he organizado ningún Bukkake a ningún futbolista. Yo jamás he pagado ni propinillas ni propinillos a ninguna muchacha. Que una señorita haya puesto una denuncia contra mi, no quiere decir que eso que dice sea verdad. ¿No escuchó lo que yo dije de esa muchacha? ¿no se enteró que nuestros abogados aportaron infinidad de pruebas que demostraban que esa mujer mentía como una bellaca? ¿No está al tanto de que toda esa sarta de mentiras las dijo esa muchacha con la única intención de que le borrara todas las escenas porno que hizo para mi? Escenas grabadas legalmente, con su contrato y bien pagadas, que me he visto en la obligación de quitar hasta que todo se esclarezca. Futbolistas que han visto claramente dañadas sus carreras futbolísticas por el testimonio de una mujer que le daba igual decir lo que fuera con tal de salirse con la suya. Señor Prada, cuando hable, hable con conocimiento de causa y sabiendo lo que dice. No me haga eso de hablar de oídas, que queda rematadamente mal. Pero si es que además usted y yo nos conocemos en persona, hemos hablado en numerosas ocasiones, es muy sencillo coger el teléfono y contrastar opiniones. No sea mezquino.
Sigo con las cosas que dice en ese artículo
(…)Pero una mujer, cualquier mujer, que se presta a sufrir tal atropello, con o sin consentimiento, a cambio de dinero o gratis total, está destruida espiritual y anímicamente; y los miserables que se sirven de su debilidad seguirían siendo alimañas, aunque no hubiesen tenido que forzarla para satisfacer sus apetitos.(…)
(…)una joven que hubiese consentido en someterse a tales aberraciones se trataría en realidad de una joven espiritualmente envilecida, anímicamente desahuciada y con el consentimiento por completo viciado.(…)
Permítame decirle que no tiene ni puta idea de lo que una mujer puede querer o no en una relación sexual consentida. Pero ni puta idea. Le puedo enseñar conversaciones de whatsapp donde ellas me piden más chicos en los Bukakes, o me dicen que pueden con 5 o más chicos en un Gang Bang. Me dicen que les gusta sentirse como unas putas y que se las folle todo el mundo. ¿Ha oído hablar de los gustos de las mujeres que se consideran sumisas?. Son felices sintiendose putas. Disfrutan dando placer al mayor número de machos. Y no están destruídas ni espiritual ni anímicamente. Ni están desahuciadas. Ni yo soy una alimaña. Creo que está usted muy equivocado, y solo una rancia y caduca educación cristiana como la suya es capaz de meterle en la mollera semejantes disparates, o la ignorancia de no conocer este mundo.
Sigo con las cosas que nos cuenta el hamijo Juan Manuel en ese artículo que no tiene desperdicio alguno.
(…)Una sexualidad sometida a constantes estímulos morbosos destruye nuestra humanidad y nos hace esclavos de nuestros instintos, a la vez que convierte a los demás en meros instrumentos para su satisfacción. A ningún hombre sanamente constituido se le ocurre disponer en manada de una mujer y filmar su felonía. Sólo personas desalmadas y con la afectividad destruida conciben tales aberraciones(…)
Claro, todos los que rodamos encuentros multitudinarios en las peliculas porno somos desalmados, alimañas. No estamos sanamente constituidos, somos el mal. ¿A quién se le puede ocurrir semejante aberración?. No se por qué me da, que usted, señor Prada, es de esos que pone a parir todo el porno y luego es el primero que lo consume. No suele fallar. Y lo sé porque yo conviví con acólitos de Dios cuando estudié en el Opus Dei 5 años, y pude percatarme de qué iban. Tiraban la piedra y escondían la mano. Gente retorcida sexualmente hablando. Su mano izquierda decía NO, y su mano derecha tocaba el pene de un niño. Cuanta hipocresía, Don Juan Manuel. De eso no habla en sus columnas, ¿verdad?. De como se sirven tantos curas de su posición de poder para abusar de niños. O de como el Lobby gay está tan metido en la curia.
Con esto no quiero decir que el Señor Prada sea de esos que esconden la mano, pero mis experiencias pasadas me dan que pensar…
Sigo ya para rematar la faena, los últimos improperios de Prada.
(…)Porque detrás de estas acciones purulentas (de la presunta violación hecha por La manada) se halla siempre el consumo bulímico de pornografía; y también el uso de instrumentos tecnológicos infrahumanos, como las apps de citas que promueven las coyundas más sórdidas y animalescas.(…)
Ahora la culpa de que unos tíos presuntamente violen a una chica la tiene el consumo bulímico de la pornografía y, atención, las apps de citas!!! Me parto y desorino con la descripción que hace de lo que para muchos es conocerse mediante una app, quedar y echar un polvete. «Las coyundas más sórdidas y animalescas»!!!! jajajaja. Juan Manuel, que tocado del ala estas, majo! 😀
(…)Tales estímulos, a la vez que arrasan la vida moral y afectiva, convierten a hombres y mujeres en pingajos incapaces de mantener relaciones amorosas sanas.(…)
Claro, los que quedan pa follar con las apps cerdas, luego no pueden tener relaciones amorosas sanas. Como me gustaría que nos ilustrase a todos de como ha de ser una relacion amorosa sana. La que tiene usted con su querida esposa lo es? Denos detalles por favor!
Si es que Juan Manuel es un sabio!
(…)Y es que todos ellos (los del porno y las apps de citas) son lacayos de ideologías que han colaborado en la proliferación de estos monstruos, exaltando el naturalismo instintivo y declarando abolidos los frenos morales, consagrando una sexualidad putrescente desligada de la expresión de los afectos y aplaudiendo la infestación pornográfica que padecemos. (…)
Bueno, y ya esto como postre. Sexualidad putrescente… infestación pornográfica… Me parece tan barroco todo… Es tan irreal que parece como una fantasía. Juan Manuel de Prada y su mundo. Ahí le tenéis. Qué puedo añadir más?
Si, puedo añadir algo a título personal. Creo que Juan Manuel no se gusta físicamente, y por eso reniega del placer del sexo. Se escuda en la religión para justificarlo pero el problema viene de cómo se ve a él mismo. Yo he conocido gente obesa que no quiere saber nada del sexo precisamente porque no se acepta tal cómo es. Porque no soportan que les vean desnudos. Empiece por ahí, querido hamijo, cambie su físico, y quizás así cambie el concepto que tiene del sexo.