Todos hemos oido el tipico caso de la puta que ejerce sin que su pareja lo sepa, y un dia aparece el marido en el lupanar y se arma la de Dios es Cristo, verdad? bueno, pues estaba yo el otro dia dialogando con una presciputa que me acababa de beneficiar, tranquilamente en la cama, cuando sale el tema.
– pues el otro dia llamó aqui al piso el marido de una amiga que esta aqui trabajando conmigo, suerte que miré antes yo por la mirilla de la puerta, y pude reconocerlo
– y que pasó?
– le dije a mi amiga que se escondiera, pero al marido tuve que follarmelo yo… imaginate que cuadro… mi amigo destrozada, queriendo entrar en la habitacion, pero no podia… no veas que tarde de llorera…
No me lo podia creer. Esas cosas son cosas que oyes de una, que otra le ha contado, de otra que oyó una vez, pero de primera mano nunca lo habia oido. Por como lo contaba parecia real, no habia lugar para que me estuviera contando una milonga.
Seguimos hablando de lo divino y lo humano, y casualidades de la vida, me dice que estuvo viviendo un tiempo en Getxo, el lugar donde he vivido casi toda mi vida. En seguida estuvimos recordando distintos paisajes de Getxo como el Puerto Viejo, las zonas de bares y demas sitios. Cuando me pregunta que como vine a vivir aqui a Madrid. Le digo el nombre de un amigo, que fue el que realmente me animó a venir. Valentin, pero todos le llaman Tintxu.
– este amigo tuyo vive en Lejona?
– si
– tiene un hermano?
– si
– ay Dios, creo que ya se quien es. Ese chico me alquilaba la habitacion cuando yo vivia alli
Otra vez la casualidad volvia a aparecer, y esta de manera tan impactante. Fijaros como, de que manera, puede una persona ser descubierta, como la casualidad puede desembocar en una autentica tragedia… aunque no era este el caso. Estuvimos hablando de mi amigo, de la zona por donde vivia, todo encajaba. Ella, una chica muy guapa, respetable, se ve obligada en la vida a trabajar de puta, y hace unos meses era la tipica morenaza espectacular por la que todos suspiraban y de la que nadie se podria imaginar que acabaria dedicandose a esto.
– la crisis, ya sabes…
Me encanta saltarme las reglas, creer en lo imposible. Me parece inaudito que alguien que no es de Madrid ni Getxo, en un piso de la capital, conozca a un amigo mio de toda la vida. Todo es marciano, raruno. Pero asi es la vida de extraña. Para que luego uno, no crea en las casualidades.
(la chica de la foto es lo mas parecido que he encontrado a ella)