Fueron casi siete meses los que estuve en la cárcel, y hoy precisamente se cumplen 10 meses desde mi liberación. Pero las pesadillas me siguen acompañando. Hoy, sin ir más lejos he soñado que me metían otra vez en la cárcel y que estaba en un sitio horrible con mucha gente y me quería ir. Y de repente tengo como una especie de permiso, pero cuando tengo que volver otra vez a la cárcel me pierdo por la ciudad y no sé volver. El GPS no me localiza la cárcel a la que tengo que ir, mi madre no se acuerda de la dirección, el tiempo pasa y se hace muy tarde ya. Y el agobio se apodera de mí. Me pongo a llorar y entonces me despierto. Os aseguro que es tan real lo qué llego a sentir que no se lo recomiendo a nadie. Ahora entiendo a todas esas personas que estuvieron en la guerra y que tiempo después tienen pesadillas.
Yo desde que salí y he tenido unas siete u ocho pesadillas relacionadas con la cárcel. Una vez soñé que volvía de nuevo y que había chicas en el patio, presas, bueno, por lo menos eso era más entretenido. Otra vez soñé que hacía un túnel para escaparme y que allí salía con un tren antiguo olvidado y que cuando el tren se ponía en marcha la policía nos perseguía al más puro estilo GTA.
El sueño más recurrente es que vuelvo de nuevo a la cárcel. De ese tema son los que más se repiten y entonces me doy cuenta que estoy ahí otra vez y me da mucha tristeza y rabia. Estoy en el patio de la cárcel, o en la celda y digo vaya mierda, otra vez aquí.
Espero que estas pesadillas algún día cesen. Esto mismo me pasó con el colegio, durante un tiempo tenía sueños relacionados con el colegio en el que volvía otra vez allí. Para mí el colegio fue otra pequeña cárcel porque siempre fui a colegios internos donde pasaba mucho tiempo. La verdad es que el haber vivido en colegios internos, hizo que la experiencia de la cárcel lo llevase mejor.
Cómo es la mente. Sólo espero que estos sueños se queden solo en eso, unos sueños. Me aterra la posibilidad de cuando sea mayor y me entre la demencia, de creer que estoy en la cárcel todos los días. En fin, no pensemos en ello.
Me está costando escribir el libro de las memorias de la cárcel, porque vienen a mi pensamientos que quiero olvidar. A ver si me quito de una vez este libro de encima y paso página. Voy por la mitad escrito. Lo que más me cuesta es ponerme a escribir, una vez puesto como que todo sale solo, como si lo vomitara. Pero es que fueron tantas cosas que a veces me lío y no sé cómo contarlas. La experiencia de vivir allí entre rejas fue brutal. Hay tantísimas anécdotas y sucesos que daría solo eso para varios libros. Luego está mi caso judicial, tan lleno de cosas extrañas. Eso también tiene tela. Y luego está mi situación familiar y de mis amigos más cercanos, que también hay mucho que contar.
A día de hoy, después de 10 meses, cada vez tengo más claro que todo esto se ha hecho única y exclusivamente para perjudicarme y sacarme del negocio. Algún día se sabrá quién ha sido el culpable de organizar toda esta caza de brujas contra mí. No tengo prisa. No existe el crimen perfecto. Algún día todos lo sabréis y entonces entenderéis mejor el calvario por el que estoy pasando. No hay peor cosa en la vida que te acusen de algo que no has hecho, que te metan en la cárcel siendo inocente, y que toda la opinión pública te machaque porque sí.
Todo a su tiempo.