¡Amen! Pero que locura es esta, el Padre Damián está atribulado, se ha enterado que bajo el techo de su Colegio Mayor, una alumna se ha beneficiado al padre Anastasio, que este siervo del Señor ha pecado y ha caído bajo las redes de una estudiante de intercambio, una italiana morena cuyo nombre es Francesca Palma, y claro, el Padre la llama a su despacho para solventar este gran problema.
Francesca llega con su traje de colegiala al despacho, con cara de preocupación, Damián va de frente, le dice que sabe que ha pervertido al pobre padre Anastasio, lo que le ha hecho no tiene perdón, pero Damián tiene que conocer de primera mano lo sucedido, lo quiere todo con detalles, así que Francesca tiene que repetir lo que le hico al padre, con Damián, de esta manera pasamos de estar charlando a que Francesca empiece a desnudarse, Damián se sobresalta y se santigua con firmeza, la joven se está quedando desnuda en su despacho, y le planta el culo, un culazo espectacular el que gasta esta joven descarriada en toda la cara.
Damián es un mártir, se sacrifica por la humanidad para que nuestros pecados sean absueltos en vida y vayamos todos directos al cielo, así que se lanza al arte amatorio, al follerío porque sabe que puede salvar a esta chica con la leche bendita, polvazo tremendo el que vamos a disfrutar haimjos, Francesca está que se rompe, tiene un chocho juguetón y fresco, tremendo, delicioso, con unos labios que apetece chupar y comerse sin parar, una delicia de cuerpo.
Una cara morbosa, con unos ojazos que se clavan en los tuyos cuando tiene tu polla en la boca y te la está mamando con toda su alma. Pero ojo al culazo, tiene un culo redondito, respingón tremendo, que maneja a juego con unas caderas salvajes, cuando pilla polla entre las piernas te vuelve loco y te pega unos avíos increíbles, folla como los ángeles.
Y que mejor pareja de un ángel que un Padre, pegamos un polvazo del quince y llega la corrida, la lefa bendita que absolverá todos los pecados de Francesca, ella lo sabe y la recibe con alegría, se come un poco y lo otro se lo repasa por la cara, afina la piel, la suaviza y limpia pecados, no se puede pedir más…