¡Vaya cuerpasso nos merendamos hamijos! Feliz como una perdiz ibas por la calle hasta que te pillé bandida!! Poneos en situación conmigo, vais por la calle paseando y de frente os topáis con esta frescura, como una hortaliza recién cosechada con el rocío de la mañana, resplandeciente rubia, cachondisima, o eso creo, buenorra, que nos hace que los ojos se salgan de nuestras órbitas. Alta esbelta, una cara morbisisima mirad esos labios ¡No me digáis que no están hechos para chupar polla! Una Putalocura…

Mirada bien, diseccionar la con la mirada a Anita Blanch, porque, oh, sorpresa, accede a venir al estudio con nosotros. Allí podemos observar con más calma y un poco mejor lo que se nos viene encima, espero que literalmente, esas caderas con mi cimbrel entre sus muslos tiene que ser épico. La despelotamos. Admirad, esas tetorras plantadisimas, hasta un poco impertinentes la forma en la que sus pezones te señalan, están calibrados de tal forma que solo quieres roerlos mientras la sobas entera, Anita Blanch, rubia del este me tiene el pito palpitando y me estoy poniendo verraco.

Pilladas nunca ha estado mejor. Me atrevería a decir que está en su apogeo, escenas todos los días y unos pibones de cojones para tus pajas. 

Esas piernas son para perderse entero, tremendas, tersas con muslazos, está hembra pilla nuestra polla a horcajadas y nos parte en dos. Y qué decir de ese culazo, imaginadlo a cuatro, pero poco, que ahora os lo pongo. Despelotada la noto cachonda, nos refregamos y la cosa se pone intensa en breve. Ella tiene muchas ganas de polla y yo no puedo más y meto la directa con mi pito. Estrechito y húmedo, esperando por mí, así está su chocho, delicioso. Ojo a los planos que se os viene paja.

Todas las Pilladas las tienes aquí. En esta Santa Casa que es Putalocura, tu sede del porno patrio, el cerderio fino y más cochino, no te las pierdas…

El polvazo que se sucede a continuación mejor verlo que contarlo. Tras poner a Anita Blanch cachondisima con las primeras arremetidas la cosa se pone muy caliente, pero mucho, casi hacemos fuego. Me pilla polla con boca y me la destroza de gusto. Me pongo más empalmado si cabe y con el pito literalmente temblando le suelto uno de los chorros de lefa más caliente y grumosa que he soltado en mi vida, ella se lo traga con gusto y todavía pone cara de querer más, que Putalocura…

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