Pero ¿vosotros habéis visto a Antonia Sainz? Bueno, no adelantemos acontecimientos, el colegio mayor donde reside el Padre Damián es una festival de chochos increíble, imaginad, colegialas todo el día desfilando delante de vosotros, y ser un prior, célibe que no puede ni tocarse para desfogarse, menos mal, que Damián va por delante y siempre sabe lo que tiene que hacer y donde tocar en cada momento.
En ese colegio, ya van conociendo a Damián, pero lejos de evitarlo hay muchachas que van a buscarlo y provocarlo, nos empezamos a oler, que las mozas saben que les mete la puntita y quieren ir a probar un poco, a saciar la curiosidad y que les rasquen un poquito en el chocho que ya empieza a picar un poco. Antonia, para provocar ha ido subiendo fotos subidas de tono a Instagram, y eso, en una institución como la de Damián no se puede permitir, habrá que aplicar un correctivo.
Uno justo y a la altura, el Padre Damián tiene clarísimo que lleva un calentón encima la muchacha que hay que apagar, hay que desfogarla para que deje atrás comportamientos impuros, pues bien, el Padre hará un esfuerzo y tratará de dejarla a gusto, calmada y desfogada, para que esta situación no se repita.
Lo que creo que Damián no tenía claro es lo que iba a encontrase, Antonia Sainz está tremendamente buena y poco se imaginaba él, que tras la blusa colegial se iba a encontrar semejantes mamellas, unas tetazas tremendas para cubanas y para mamarlas a tope. Una locura de tetas las de Antonia que deja al pobre Damián de vuelta y media.
¡Hay que ver lo que el uniforme esconde! Las sorpresas no acaban ahí, tiene un culazo tremendo que quita el hipo, y no puedo más que flipar con su figura, pero ojo, que me saca el rabo de lo caliente que va, y se pone a hacerme una mamada tremenda ¡no me jodas! no es la primera vez que esta jaca tiene una polla en la boca, que barbidad de chupada, tremenda. En fin, que no puedo más y le ensarto el pito en ese culo que Dios le ha dado. ¡Válgame el cielo! que placer, chuiquilla, no se donde has salido, pero el Señor te ha puesto en mi camino.
Para terminar, hay que bendecir, y que mejor que hacerlo con leche bendita, derramemos un poco por su linda faz, un poco de rezo, confesionario y a volar libre preciosa, esperamos que peque un poco más y deba pasar otra vez por el despacho de Damián y que nosotros lo veamos…
