¡Si es que no falta buena voluntad! Estrella del Sur estaba limpiando en casa del enfermo y lo veía muy apocado, pero claro, es que a veces, también hay que poner de uno mismo para recuperarse, si te dejas llevar, puedes ir alargando la convalecencia e incluso empeorar, a veces, hay que echar una mano, literalmente, para ayudar a que se encuentre mejor.
El señor enfermo, trata de tocar la fibra sensible de Estrella del Sur, que estaba limpiando la casa haciendo su faena habitual, y ahí estaba, cuando tocó el turno de limpiar esa habitación, apela a su conciencia y le dice que por favor le eche una mano que él no puede. Al final Estrella, que es una buenaza, destapa la sábana y ahí se encuentra una polla, que no parece muy enferma la verdad, y como os decía antes, no sólo le toca la fibra sensible, le toca unas cuantas cosas más.
Estrella es muy solidaria, por ella que no quede, le coge la polla y se la mete en la boca, le iba a dar un poco con Cristasol, pero decide que la saliva le irá un poco mejor, el enfermo va dando signos de mejoría, la polla va creciendo y palpitando en la boca del Estrella, y ella ya se va poniendo cachonda, es una buena polla y la está mamando como si no hubiera un mañana.
Estrella sabe que los tratamientos hay que tomárselos en serio, y hay que hacerlos completos, le da un poco de teta al enfermo, porque hay que tomar algo de medicina oral, este le come los pezones con sabrosura, unas tetas muy ricas la verdad y mientras tanto, Estrella que si que está más en forma que una manzana, se sube en la polla enhiesta del enfermo, que ya no lo parece tanto, y bota y rebota machacándose el coño como queriendo hacer mantequilla.
Estrella es bíblica, ha hecho como con Lázaro, pero en vez de conseguir que se levante y ande, ha hecho que el enfermo se levante y la reviente a cuatro, una follada tremenda que ha hecho que el convaleciente se recupere del todo y que Estrella se pegue una buena corrida, como el señor convaleciente, que al final se corre bien a gusto y Estrella que tenía la polla en la boca como un biberón, no deja ni gota. Yo creo que la Seguridad Social tendría que adoptar este tipo de tratamientos…
