¡Que buen tiempo ha hecho estos días! Bueno, a ratos, es lo que tiene la primavera, que la sangre altera, y el tiempo. Pues Camila Bow había sido invitada a tomar algo en una terracita, de esas agradables, solecito, algo fresquito, bien, con un amigo, sin más, pero claro, Camila tiene un par de tetas, tremendas, inmensas que apetece ver y sacar, y sobar en todo momento y la cosa enseguida se puso caliente.
Y es que hacía solecito, después de la nevada, el frío, los días grises ¡había que aprovecharlo! Camila, tus dos increíbles bufas no pueden estar escondidas sin ponerse al sol y seguir tostándose como el maravilloso color de piel de Camila, unas tetas acojonantes que cuando salen, cuando asoman por su traje te sorprenden y te asombran a partes iguales, unas que tetazas que… teta que mano no cubre, no es teta sino ubre… ¡vaya ubres hamijos! Increíbles…
Claro pues ahí las tenemos, pero la cosa se pone cariñosa, el mozo se pone a masajear un poco las tetazas, Camila se pone cariñosa, se despelota para sentir el sol, y el mozo aprovecha y la soba por todos sus rincones y nos pone el culo en pompa abierto de par en par que apetece meter la cabeza entera hasta dentro ¡que buena está Camila Bow!
A Camila le gusta tomar el aperitivo, y nada mejor que al solecito, pero decide cambiar el refresquito y una banderilla, por una buena polla, que también hace las veces de banderilla, porque ni os cuento como se la va a clavar, en fin, sexo hamijos, se lleva la polla a la boca y se la traga entera como si fuera el vermut, ensalivado, con mucha saliva de hecho, chupando como si te lo quisiera sacar todo.
Hay que para porque tenemos que complacerla, así que ya con un colchón de base, donde poder hacer posturas a placer, nos la ponemos a cuatro para darle bien a ese pedazo de culo, ya sólo acercarte notas el calentón que lleva, un chocho mojado, derritiéndose, pero no por el calor el día, no, por lo cachonda que va, el joven le mete la polla y el gemido es de esos de, joder que ganas tenía, y ahí ya se sucede un polvazo tremendo marcado por las caras de placer de Camila.
Cuando a una te la follas bien, pero que la dejas bien satisfecha, tiene ganas luego de comerte hasta las orejas, y el joven mozo, que ha dado lo mejor de si mismo para complacer a nuestra amiga Camila, se pega una corrida de cojones, literalmente, que Camila tiene a bien recoger con toda su boca y tragar, porque es una vitamina maravillosa con efectos muy beneficiosos, y todo ello ordeñando ella misma para que vaya directa de polla a boca…