Marina Gold, está inmersa en mi nuevo libro, Cómics de los 90, y no es de extrañar, porque la verdad es que es un libro que te atrapa desde el principio, donde se recogen a modo de cómic mis vivencias de los 90 que son muy interesantes, además verás como iba el mundo por aquel entonces, lo cual también es curioso como contraste. Lo tienes en Torbetienda.com y te aseguro que te encantará, te gustará tanto como a Marina, y tienes todos mis libros en oferta.
Marina se lo está pasando de puta madre, nos cuenta lo que va leyendo, pero Marina es un culo inquieto, y que culo hamijos, si yo os contara… y no puede estar quieta, después de leer un rato, se pone a bailar con el libro, hay calefacción, hace calor, va en braguitas y nos deja un baile sensual que hace que el pito se me empalme sin remisión, imposible no empalmarse teniendo a esta muchacha delante bailándote sensualmente y en bragas, además con esa actitud y ese morbo único que tiene.
Marina me ve la cara, me ve el bulto en los pantalones y también va cachonda, se me sienta delante, donde no puedo tocarla pero si verla perfectamente, y se empieza a tocar el coño por encima delas bragas mirándome, mirándote fijamente provocándote ¡una locura! Al poco las bragas molesta y Marina se masturba con ganas mientras ve mi polla enhiesta.
Al final, ve que la polla hasta me palpita y como está cachonda perdida y no puede más viene a comérsela, pero ojo, ojo a las mamadas de Marina, son la hostia, es increíble esta chica, que morboso es verla hacer una mamada, que te la haga ya ni te cuento, pero como juega con la polla, con la situación para ponerte al límite, más de una vez he tenido que hacerla parar porque es capaz de hacerme correr en poco tiempo cuando me la chupa.
Vamos los dos cachondísimos, a Marina le chorrea literalmente el coño, así que nos pegamos un polvo en el sofá tremendo, de esos polvos improvisados que disfrutas como nunca porque salen perfectos, ella mojadísima yo cachondísimo (por culpa suya), sin tiempo, si ninguna tarea pendiente, nos dejamos disfrutar el uno del otro en un polvazo increíble que no te puedes perder, al final Marina es de tragar, le gusta mucho la lefa y le gusta chupártela cuando te vas a correr y es alucinante la habilidad, innata, que tiene…