¡Pero que rica está Marina Gold hamijos! La conexión entre Marina Gold y yo se ve de sobra en nuestras escenas, es una teen latina caliente que me pone muchísimo, que tiene un carácter y actitud arrolladores que traspasa la cámara, disfruta muchísimo con el sexo, es una folladora nata, además es cochinilla, una torbellino como yo, me encanta enchufar mi polla en su chocho y que disfrutemos tanto.
Esta escena es un poco especial, estamos tranquilos en la habitación y como el roce hace el cariño, la picha se me pone dura como un palote y Marina me la empieza a chupar, con mucho mimo, es una locura tener la polla en la boca de esta muchacha, no sólo por lo que te hace, si no por como te mira, tiene una cara muy morbosa, le encanta chupar pollas, te hace de todo siempre con intención de que sientas muchísimo placer, es una locura, además mientras me la chupa sus tetas me rozan las piernas y se me pone más tiesa si cabe.
Lo que te va a gustar a de esta escena, aparte de Marina Gold, es que está grabada en POV, en primera persona, te parecerá que Marina te está mamando el cimbrel a ti, una escena diferente, que surgió de manera totalmente natural y se nota, la mamada es larga, recreándose en la polla, mirad como brilla de la cantidad de saliva que le pone, es una locura lo bien que la chupa Marina Gold, con una mamada así o estás muy acostumbrado, o te vienes en su boca con la directa ya la rellenas de lefa caliente que luego le resbalará por los labios.
Pero como servidor tiene tablas y aguanta, Marina Gold se está poniendo cachonda, se le nota con la intensidad de la mamada, se ve como el ritmo va creciendo y Marina se va calentando como un tizón, se pone a horcajadas y se mete la polla ensalivada en su chochito que ya está caliente y muy húmedo, la polla entra por su cueva del amor con la directa puesta y comienza a cabalgar como si no hubiera un mañana, todo en primera persona, Marina Gold te está mirando a ti directamente mientras se la metes en el chocho una y otra vez…
Marina Gold es tan tremenda follando, que dentro de su coño estoy a punto de correrme, no puedo más, se sale, trato de contenerme pero no puedo y me la tengo que cascar para que la lefa salga a borbotones, una vez está toda fuera, calentita, recién ordenañada, con lo que le gusta a Marina no puede quedar así, se acerca con la mirada morbosa y empieza a lamer toda esa explosión de semen como quien se come uno de los dulces más deliciosos y me deja la polla limpia como una patena.