¡Ándale hamijos! Tenemos por aquí de nuevo a la buenorra y cachondorra chiquilla de las gafas y tetas que te vuelven loco, tenemos a Mía Marín! ¡Como folla esta chica! Es un terremoto, y tiene una carita súper morbosa, esta escena os va a flipar y os da para unas pajas tremendas, sólo escuchar los gemidos de Mía os va a poner palotes perdidos.
Hoy en día, el sexo ha cambiado mucho, y todos sabemos mucho, sobretodo los más jóvenes venís muy aprendidos y sabéis la hostia, pero si os habéis follado a mujeres de distintos países veréis que hay diferencia, en la manera de pensar, de desenvolverse, de hablar de sexo, cuando hablo con una chica de aquí de una escena es distinto a cuando hablo por ejemplo con Mía Marín que es mexicana, hay culturas mucho más abiertas al sexo, con menos tabúes y eso se nota, no sólo al hablarlo sino también en el folleteo, por eso el Sur de América me gusta especialmente, están muy sueltas y follan de locura desde el primer momento.
Lo primero que te llama la atención de Mía es su carita de guarrona, hamijos, la cara es el espejo del alma, si te pone esa carita de cachonda es porque lo es y no os equivocaréis Mía es una viciosa y la cara le cambia cuando uno ya tiene la polla fuera, la mira con ganas. Tiene unas tetas tremendas, de esas que te miran fijamente, descaradas, y súper apetecibles para comértelas enteras.
Mientras vas chupando sus tetas y te pones fino con sus pezones la mano se te va yendo por si vientre hasta su chochito, depilado, vas llegando y ahí están sus labios mojaditos y vas metiendo dedo y vas notando como le chorrea cada vez más, es una locura de mujer, disfruta una barbaridad follando y le va mucho la marcha.
Cuando te pilla el pito, te deja fuera de juego te lo chupa casi casi hasta reventar, pero si te apetece follártela y darle lo que se merece frénala, porque te lo chupa con tantas ganas que te dejará seco en poco tiempo, además aún te queda por verle el culo, tiene un culazo redondo, cachondo, de los que te apetece darle por detrás con arremetidas fuertes y darle caña, y eso hago por supuesto.
A follar y follar y luego a terminar, en su boquita, a Mía le gusta y no deja ni gota, traga la leche como si fuera la del desayuno, es una delicia.