Y es que ¡Nina Roca es un mujerón hamijos! Vaya mujer más maravillosa tenemos por Putalocura. Una mujer experimentada, que sabe lo que quiere, que ha venido al porno para ponernos las pollas tiesas como mástiles, y a follarse yogurines por placer. Nina viene a follar porque le encanta, sabe perfectamente lo que hacer y es una fiera delante de la cámara, además es muy maja, muy agradable, no se puede pedir más.
Bueno, por pedir, pedimos un cuerpo como el suyo, estilizado, delgado, pero contundente, donde nos podemos perder entre alguna de sus curvas, pero sobretodo experimentado, Nina Roca te pilla y deja seco sin duda, sacará todo de ti, hasta la lefa, porque te pega unas folladas tremendas. Por eso en esta escena, una o dos pollas no iban a ser suficiente, nosotros queremos que Nina se lo pase bien y disfrute, así que le ofrecemos hasta tres buenas pollas.
Nada mal, Nina se las maneja con maestría, como el virtuoso del esgrima, que sabe que movimiento hacer en cada momento, suave, sutil, pero efectivo, Nina maneja estos sables como si fueran su arma de guerra, se los chupa todos con ganas, y como son jovencicos, les puede el ansia y se la follan viva casi nada más empezar, lo cual ella aprueba notablemente, porque le encanta que le den por todos lados mientras tiene pollas en la boca.
No deja una viva, se las come todas como si fueran porras, sólo falta el chocolate para mojar y tener una merienda completa, un disfrute de escena, de esas que hay acción por todos lados mires donde mires. Los morlacos están que no pueden más, se la follan con ganas y entusiasmo, Nina es exigente, pero con tantas pollas, en la mano, en la boca, en el coño, tocándole las tetas (tetas riquísimas hay que decirlo) cogiéndole bien del culo, pues al final tiene el coño chorreando y disfruta de la escena deliciosamente.
Al final el desfile de pollas se va sucediendo a la altura de su boca porque todos quieren correrse en su cara, Nina es maravillosa y los recibe encantada y con la boca abierta a todos ellos, que son unos caballeros y tienen a bien ofrecerle su carga, su mascá a Nina para que disfrute de sabores intensos y espesitos, un morbo tremendo con tres corridas seguidas, Nina no deja ni gota.
