Y mi cimbrelillo que entra al trapo y mucho más, me abren la puerta y entra hasta el salón jeje… ¡Otra Pillada más! ¿No os podréis quejar eh? Es de mis series favoritas sin duda, me pone muchísimo salir a pasear por la calle y lanzar la caña a aquellas mujeres que me encuentro y me ponen cachondo. Es un poco agotador, no os voy a mentir, me llueven flipadas como panes cuando le entro a una y me conoce y se escandaliza, o invierto tiempo en una que parece que cae y cuando hablamos de despelotarse me pega un bufido y se va. Alguna hostia a mano abierta también me he llevado.
Pero la experiencia sienta cátedras, ahora, casi sin hablar con ellas, gracias al maravilloso arte de la semiótica no verbal, se leer a una mujer desde lejos, puedo leer la situación, el estado de ánimo, su cara, su expresión, si están esperando el bus, paseando, sentadas, etc. Hay muchos indicadores que de entrada me dicen si voy a tener éxito o no. Con Yari lo tuve claro sólo verla, hacía un día espléndido, sol y Yari tiene el pelo como los mismísimos rayos del astro rey, además con un vestido negro que contrasta con su pelazo.
Le entro y le veo rollito, algún tattoo, un vestido ajustadito que me pone porque veo bien su cuerpazo, bien, para darle fino filipino y me la camelo como un caramelo con el rollo de una serie de pruebas donde puede ir ganando dinero pero tiene que ir cayendo la ropa. Total y para abreviar, porque todos sabemos como acaba, se me empieza a despelotar y aquí hamijos es donde viene el punto más importantes, el despelote. Esto es una suerte ver si desnuda está tan buena como parece vestida, y vaya a juzgar por esas tetas caprichosas y ese culazo, ojo al culo juguetón que tenemos ahí, hemos acertado de pleno.
La entrevista, el juego y por descontado tenerla aquí en pelota picada, me han puesto la polla tierna, con ganas de mimos, esa cara morbosa, con piercing en la nariz y ojos profundos, de esos andaluces azabache que se te clavan en la mirada – ¿sabéis de lo que hablo verdad? tengo ganas de ver como queda mi polla en su boca. Me la coge con la mano, está mas dura que una varilla de acero, me la empieza a mamar y ¡joder que placer! que gusto cuando vas tan empalmado y te la cogen en la boca, además con buen hacer, ensalivado sólo entrar, profundo, lengua juguetona, la mano no se separa de mi polla y de mis huevos, tanto que como no pare me corro y me la quiero follar viva.
Tiene una gozada de coño, de esos abiertos que te reciben a manos abiertas pero te recogen con cariño una vez dentro, calentito, ya mojadito, una delicia, y que culazo hamijos, con cachas gorditas deliciosas para coger bien mientras me cabalga encima y que rebotan con contundencia con cada entrada y salida de polla, Yari es muy buena folladora y nos estamos pegando un polvo de cojones.
Mientras Yari gime de gusto y se ha pegado alguna corrida, y se la ve extasiada de gozo, mi morcilla lleva cargada un rato, los huevos ya me pesan y tengo unas ganas de descargar que no me veo, la leche se pone en posición y sale a chorro sobre la bella carita de esta mujer, que sin perder la sonrisa en la boca tiene a bien tragársela toda como el Cola Cao del desayuno.