Cría fama, y échate a dormir. O eso dicen, y debe ser verdad, a estas alturas de mi vida y la fama que me precede, de follarín del valle, muchas, ojo muchas chicas contactan conmigo para que las folle, quieren la experiencia, verse en cámara y pegarse una follada con alguien con tanta experiencia, les pone muchísimo, y aquí encuentran una experiencia sin igual.
Un recuerdo sin duda para toda la vida, y dejadme que os diga que es una delicia porque vienen ya con el chocho chorreando, como lo han elegido ellas, no vienen ni nerviosas, porque quieren FOLLAR así de claro, quieren que les meta el cimbrel y les haga ver las estrellas, además les mola ver las cámaras y saber que tendrán ese vídeo para hacerse un dedo el día de mañana y pegarse una buena corrida.
Me encanta que les encante pensar que les van a ver mogollón de chicos y chicas con la única intención de correrse, de disfrutar con lo que están viendo, con su cuerpo, con su chocho abierto, mojado e imaginando desde casa que se la están follando y eso les pone mucho. Yuni es una delicia de chiquilla, es muy caliente y empieza haciéndome una mamada de cojones, que sinceramente me sorprende, súper ensalivada, bajando muy abajo y mientras baja haciendo unas movimientos que me dejan loco, una chupada buenísima que augura un polvo de cojones.
Yuni tiene un cuerpazo para el vicio, generoso, de culazo bien rico, firme, voluptuoso, con unas tetazas de pezonacos bien ricos y grandes, me los como en varias ocasiones y están riquísimos, me falta mojarlos en el café, está cachondísima por follar conmigo y nos pegamos un polvo para enmarcar.
Yuni está al querer, el chocho lo tiene mojado, listo para hacer mantequilla, haciendo el misionero le pego unas arremetidas que le llego hasta el alma, poneos los cascos o el surround si estáis solos en casa y disfrutad de sus gemidos, se vuelve loca y yo me pego un polvazo tremendo.
Tiene un chocho tan rico, tan caliente, tan acogedor, que aunque no era lo previsto, no puedo más y pego dentro una corrida increíble, la relleno como a un Bollycao de chocolate blanco, una corrida increíble caliente que le deja el chochaco palpitando.