Estoy lesionado, «injured» que dicen en Inglaterra. Injuriado. Estoy en reposo porque el otro dia me follé a dos señoritas de edades comprendidas entre los 18 y 19 años, y me dejaron muertico. Los años pasan y la barriga y las canas crecen. Y es que yo llegué al porno un poco tarde, cuando tenia ya mis buenos 30 añazos. No como otros que llevan desde los 20.

Si hago honor a la verdad, da un poco igual llevar tanto tiempo en el porno, porque el mecanismo es bien sencillo: meterla por el agujerito y bailar reggeton encima de las jovenes. El porno es coito, sexo, follar, aquello que todos hacemos cuando buenamente podemos, es decir, casi nunca. Pues aqui ocurre lo contrario, lo inhabitual se convierte en habitual. Los del porno nos pasamos follando casi toda la vida, a veces se me juntan actrices nuevas, con las antiguas, y de paso algun rollito o medio novia por el medio. Vivo rodeado de toallitas humedas de niño, y sabanas deshechas. Mi vida es contemplar a escasos centimetros como disfrutan las mujeres y notar como me arañan, me gritan, sudan sobre mi. Como todo, cuando se abusa de ello, uno se cansa. En mi caso, como pasé tantos años jodido en Bilbao deseando que alguna bilbaina follase conmigo, ahora estoy recuperando aquellos años perdidos. Es la ley del Karma. Que le vamos a hacer… La verdad es que ya me ivaginaba que me pasaria esto…