Hoy, domingo 4 de noviembre de 2018, se cumplen dos años de cuando me dieron mi libertad. Así me siento y así está el libro que estoy escribiendo sobre mis memorias de la cárcel.
Hoy es una fecha señalada, porque hace exactamente dos años me concedieron la libertad. Pasé casi siete meses en la cárcel en estado preventivo, que no condenado. Hay que aclarar que son dos cosas muy diferentes, el estar en estado preventivo significa que creen que eres culpable pero puede que no lo seas y entonces te saquen, como fue mi caso. Y la otra cosa cosa es estar condenado. Cuando una persona está en la cárcel cumpliendo una condena es porque ya se la ha juzgado, y se le ha declarado culpable de los hechos que se le imputan. Pues bien, a día de hoy todavía la fiscalía no me ha dicho de qué se me acusa exactamente, por lo tanto sigo siendo inocente hasta que se demuestre lo contrario.
En este país se respeta poco la presunción de inocencia. España es uno de los países donde más se abusa del estado preventivo. Expertos dicen que el estado preventivo es contrario al principio de presunción de inocencia, puesto que pena al acusado aún antes de que se haya demostrado su culpabilidad, siendo imposible de reparar el daño que se le cause en el caso de que finalmente sea declarado inocente. Dicho daño puede referirse a la imagen, reputación, vida laboral y privada de los imputados, como ha sido mi caso. ¿Os acordáis cómo los medios no paraban de hablar de mi como si fuera culpable de todo eso que se me acusaba?.
En España y otros países se abusa de esta medida cautelar, tanto en el número de presos como en la duración de la misma. Cuando alguien entra en la cárcel, aunque sea en estado preventivo, la sociedad te hace un juicio paralelo, amparado en lo que dice la prensa. Si la prensa decide condenarte, date por jodido. Pasas de ser un «tio de puta madre» a ser un «malnacido». Uno ya está condenado para siempre.
Estas cosas siempre les suele pasar a otros, nunca a uno mismo, por lo tanto, la gente no suele estar muy informada de todo esto que os digo. Yo, al haberlo vivido, entiendo ahora mucho mejor que antes todo este galimatías qué es la justicia, la presunción de inocencia, los tiempos de los juicios, la prisión preventiva y muchas cosas más.
Poco os puedo contar de mi caso. Sigo esperando a ver cómo se desarrolla todo esto, pero soy muy optimista al respecto, porque mis abogados han demostrado, y eso se puede probar, que fui acusado injustamente por denuncias falsas y por ello metido en la cárcel. Pero será el juez el que tenga la última palabra. Así que toca esperar.
Por otro lado, mi libro sobre las memorias de la cárcel, que empecé a escribirlo allí en la cárcel de Estremera, me está costando mucho terminarlo. Es, a día de hoy, el libro más largo y difícil que nunca he escrito. Llevo ya 72.000 palabras y todavía queda bastante por escribir. Digamos que he escrito ya 2/3 del libro, pero me queda hacerle una segunda corrección, y es muy complejo porque se mezclan muchas cosas. Recordar aquellos momentos vividos es muy duro. Pero os puedo asegurar que este libro no pasará desapercibido porque cuento con todo lujo de detalles cómo es vivir en una cárcel española a día de hoy. Y es un libro que dará que hablar, de eso estoy seguro, porque contaré cosas que no he dicho nunca.
Hoy, en esta fecha tan señalada, me he propuesto retomar el libro y escribir algo. Y voy a hacer todo lo posible para escribir todos los días un poco. No quiero que se me quede nada. Quiero contarlo todo.
Y así está todo a día de hoy. Esperando acusación y la posible fecha de un futuro juicio, y haciendo todo lo posible para terminar el libro de mis memorias de la cárcel. Mientras tanto, sigo haciendo lo que más me gusta, que es el porno.
Y en cuanto a mi estado físico y mental, me siento muchísimo mejor que antes. El año y medio después de haber estado en la cárcel fue muy duro. Tenía constantes pesadillas de que volvía a la cárcel o ya estaba en ella de vuelta. Y todo me recordaba a la cárcel. Ya estoy bastante recuperado y he canalizado mi vida en otras cosas. Mi mente ya no está entre barrotes. Ha costado pero ya estoy mucho mejor. De hecho creo que lo podéis notar en mis artículos.
Gracias por vuestro apoyo incondicional y por estar ahí, un abrazo a todos