Cuando era niño, la noche de Reyes era muy especial. Me iba a la cama creyendo que realmente los tres Reyes Magos iban a entrar por la ventana del salon, que mi madre dejaba convenientemente abierta, de noche, e iban a dejar regalos para mi y mi hermanita.
La excitacion era tremenda, esa noche me costaba mucho dormir. Intentaba quedarme despierto, para poder oir entrar a los Reyes, pero siempre el sueño me vencia, y era mi madre, a la mañana siguiente, que con gritos me alertaba de que ahi estaban los regalos, en el salon de casa.
Foto Real de mi, de niño, con mi hermanita, y nuestro rey favorito, el de la barba blanca.
Lo que me cuentan mis padres, porque yo apenas recuerdo, es que cuando veia todos los juguetes esparcidos en todo el salon, me ponia siempre a llorar de emocion, de alegria. Era como un shock ver justo ahi, todo lo que habia pedido a los Reyes dias antes en la famosa carta de los reyes magos. Que recuerdos mas bonitos, la verdad.
El dia que me enteré que los Reyes Magos eran los padres, me entristecí mucho. Una parte de mi inocencia se perdió para siempre. Pero es ley de vida, no se puede vivir asi con eso por mucho tiempo, jeje.
Esta noche muchos niños no podran apenas dormir, y a la mañana siguiente, estarán disfrutando de todos los juguetes. Que bonito que la historia se repita. De todas maneras, hay que tener mucho cuidado en creer demasiado en las cosas, y sino, mirad este corto, (recomendado) que me parece perfecto para el dia de hoy.