Hace unos dias retomé la escritura de una serie que estoy haciendo desde hace mucho tiempo de titulo

Vivir en un piso compartido. Experiencias reales de un friki viviendo con gente desconocida en pisos, en el Bilbao de los 90.

Supongo que muchos habeis leido algun capitulo alguna vez en esta web. Pues bien, he cogido todos los capitulos que habia escrito y los estoy reescribiendo y ampliando la informacion con nuevas anecdotas y curiosidades. Para que os hagais una idea, tenia unas 40 paginas escritas y publicadas en la web, y ya llevo 80 reescritas con nuevo material. Como todo es nuevo, solo lo sacare en el libro cuando se publique, para que podais tener algo material inedito en el libro. De todas maneras aqui os paso como adelanto un capitulo de mi etapa en un piso de Bilbao que me pasó una cosa muy curiosa con una, para que os hagais una idea de que va el librillo.
El proyecto de libro es extenso porque quiero meter el mayor numero de anecdotas, asi que no lo sacaré hasta dentro de unos meses, (ademas, antes sacare otro libro que ya tengo en imprenta) quiero meter todo lo mas notable y divertido de aquella epoca tan friki, cuando aun no era Torbe. Aqui os va uno de los capitulos:

Milagro: Follé con una bilbaina!
Ya he dicho en multitud de ocasiones que en aquellos grises dias de 1995, follar en Bilbao era como pedirle al Athletic que ganara la Champions, algo practicamente imposible. Pues se ve que las chicas tambien lo pasaban mal, algunas. Vamos, que alli no follaba ni el tato. La de veces que me dijeron algunas bilbainas que en alguna ocasion entraban a los tios a saco de «venga, vamos a follar pero ya», y muchos de ellos se asustaban y salian corriendo. Veridico como lo cuento. Es que el bilbaino tambien se las trae, no me jodas. Esta tan poco acostumbrado a la cerderia espontanea que cuando veia el chocho ya en su cara se paralizaba y no sabia que hacer.
Marear la puta perdiz, todo el rato, era asfixiante. Los años que vivi en Bilbao era un constante «quiero y no puedo». Ni los bilbainos follaban lo que querian, ni las bilbainas. Aquello era un puto convento de clausura. Menos mal que me dicen que la cosa esta cambiando ahora bastante con las nuevas generaciones, que sino, veo a todo el mundo visitando las meretrices en procesion.

Un dia, el destino quiso que coincidiese con una chica que habia conocido en una presentacion de no se que, era algo cultural. Solia ir a cualquier movida cultureta con la unica intencion de pillar, tenia en la mente que las culturetas eran las mujeres mas interesantes y sexualmente activas, no me digais por que, pero asi lo creia. Bueno, pues en ese autobus estaba una tia que me presentaron en un sitio de esos. Nos pusimos a hablar y asi fue mas o menos la conversacion:

– Hombre, cuanto tiempo, que tal?
– Pues bien, preparando las opsiciones de… – no se que ostias de estudios y examenes, siempre las tias te contaban con pelos y señales su vida estudiantil, cosa que me la sudaba bastante, pero yo les dejaba que contaran sus rollos porque parecia que se emocionaban y todo y daba para luego entrar en otros temas mas interesantes-
– Ah, pues yo ando buscando trabajo y bla bla…

Despues de un buen rato, empece a contarle mis penas, la verdad no se muy bien por que, creo que porque ya tenia claro que ninguna tia iba a querer follar porque si.

– es una mierda Bilbao, aqui lo de follar esta fatal…
– es verdad!!, los tios pasan totalmente de nosotras
– si, es que todas quieren ser novios, nadie folla porque si
– pues no me vas a creer, pero el otro dia se lo dije a uno, lo de follar porque si, y el tio me dejó ahi misma tirada, y otro dia se lo deje caer a otro y tampoco
– joder, pero si no estas nada mal, como es posible?

La chica no estaba mal, era asi como larguirucha, pero tenia una cara agradable, con unos morros gruesos para comerla a besos. Olia bien, que era importante, y para unos polvos estaba fenomenal.

– pues ya ves, que los tios no quieren follar sera…

Joder que si no queremos follar!!, yo si que quiero! donde hay que apuntarse?!!!! la virgen!!!

El tema de conversacion derivó a otros temas, pero me quedé con la copla, asi que le pedi el telefono y le dije que ya le llamaria.
Pasó un tiempo prudencial, para que no se viera que iba como loco, y la llamé. Vino una tarde a mi piso y claro, los dos sabiamos a lo que ibamos, a follar como condenaos. La conversacion que mantuvimos nada mas vernos fue de lo mas chorra y absurda, hasta que zas en toa la boca, le di un beso. Como un resorte, la tia ya estaba en bolas, si que tenia hambre cerdil la condenada. El problema era que habiamos empezado a meternos mano en el salon, si venia la otra se iba a liar. Bueno, daba igual, cuando estas a punto de meterla con una bilbaina, da igual todo, es como el Big Bang, un hecho que solo ocurre una vez en la historia de la evolucion del universo.

El salon daba pena verlo, estaba lleno de andamios, maderas, monos de trabajo sudados, guantes de goma, mascaras de gas de esas que usan cuando le pasan la maquina esa para lijar la madera, y muchisimo polvo. Estaban lijando el suelo de madera con unas maquinas y olia a cola y madera a tope. Daba igual, agarro a la bendita y la pongo a cuatro patas mirando a La Meca, porque os dire una cosa, follar de pie es incomodo de la ostia, que pena me dan los actores porno que tienen que follar de pie, buah. A cuatro patas por lo menos se esta mas o menos comodo pero sigue siendo una puta mierda porque si la tia es pequeña tienes que agacharte y te quedas sin espalda.

Pasado un minuto, estaba yo follandome a la bilbaina a cuatro patas tan ricamente, cuando de pronto noto que sube una nube de gas ziklon a mi nariz que casi me deja K.O. Era el profundo y apestoso hedor que provenia de su coñejal. Algo nauseabundo, que hizo tambalearme del sitio. Dios, pero que le da de comer a eso?
Y a que no sabeis que se me ocurrio en ese momento? Pues coger la mascara de gas que usan los operarios para lijar el suelo de madera, que estaba ahi mismo. Como ella estaba mirando pa Cuenca ni se enteró, y asi pude terminar el coito. Ojala hubiera tenido una camara de fotos para inmortalizar el momento, todo lleno de madera y andamios, y follando con la mascara. Jaja, que locura. Pura supervivencia fue aquello, porque menuda peste…
La criatura ni se enteró. Cuando terminé dejé la mascara a un lado y fuimos a la cama a dormir la siesta. La tia se quedó neque. Luego me dijo que sufria de una enfermedad que la deja dormida en cualquier sitio, narcolepsia se llama. Era la rision ver como se te quedaba pajarito en cualquier lado.

Mi mala suerte seguia, cuando por fin doy con un chocho bilbaino, este huele a tigres y rayos. No la volvi a follar mas, que puto asco. Se la pasé a un amigo, que tambien se la folló, pero no me dijo nada de su coñejal/vertedero. O si? ya no me acuerdo. El rollo era que mis desdichas no paraban de crecer en la bella pero cruel ciudad de Bilbao…