¡Vaya Pillada tremenda hoy! Katha Dawsoon, quedaos con su nombre, como podáis, porque esta muchacha va ocupar parte de vuestros sueños y vuestras obsesiones los próximos días, o más… una muchacha colombiana, latina de 19 primaveras que te dejará el pito seco, más bien los huevos la polla chorreando de lo que te la vas a cascar con esta muchacha y su movimiento de caderas.
Cuando la vi por la calle me llamó mucho la atención, primero porque llevaba un abrigo rosa que parecía un neón, jaja, pero es que luego tiene una cara lindísima que me cautivó inmediatamente. Además parecía que tenía tipín, aunque tenía mucha ropa encima. Como es guapeta, le entro con el rollo de modelo, de fotos y tal, y en menos de lo que se te levanta la polla, la tengo en el estudio. Allí generalmente ya no se me escapan…
Como la conocida producción “fui a por trabajo y me comieron lo de abajo” todo sucede como lo esperado, con algún billete en la mano la ropa empieza a caer como las hojas de otoño, y ¡ay hamijos! vaya cuperpazo ¡joder! de color chocolate con leche, un culazo de infarto, con buenas caderas y unas tetitas cachondas, juguetonas, deliciosas.
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Al final ya en pelotas, mis manos van al pan, vaya culito tragón, respingón tiene a cuatro, le meto mano directa al chocho y la tiene empapadito, la he puesto cachonda con todo esto, y me enfila el pito, las latinas llevan el sexo en la sangre, os lo digo, y es una locura como chupan polla, me la come de una manera increíble con una lengua grande y juguetona que no deja descanso, me come hasta los huevos y me pega una mamada de cojones.
Me la mama mucho rato, no la quiero parar porque me está dejando el pito filipino, me correría ahí mismo en su boca y que le saliera la leche caliente hasta por la nariz, pero tiene el coño tan apretado y mojado que tengo ganas de meterme dentro y follármela, me la monto encima y empezamos a follar como si no hubiera un mañana, subid el volumen y disfrutad de los gemidos de esta teen de 19 años que se rompe de placer y flipad con su culazo y sus movimientos de cadera, una locura…
En más de una ocasión tengo que parar para que no se me salga la corrida, pero al final no puedo más, ella extasiada se pone con la boca abierta para recibir la mejor recompensa tras un buen polvo, toda la leche, directa de mis huevos hinchados, calentita, grumitos recién ordeñados para Katha Dawsoon, una locura de corrida que se come entera con mucho gusto, no deja ni gota…
