¡Que follón! Como esta esto de los hospitales hamijos, una locura, aquí tenemos a Primo de Ramera, convaleciente, el pobre está pachucho, pero no os preocupéis que está bien atendido, nuestra enfermera especial, Megan Lux, licenciada en zorronería y cerdería fina, le atiende con toda su atención, de hecho llega para hacer un reconocimiento básico y ahí se tuerce un poco la cosa.
Y es que claro, el enfermo no puede con mucho, está un poco KO, pero Megan llega a hacer el reconocimiento con la bata un poco entre abierta, y el paciente ve entre la bata sendas mamellas tremendas además yendo sin sujetador ¡Pero bueno Megan, como se te ocurre!
Pues parece que el enfermo no lo estaba tanto, porque se pone juguetón rápido, empieza a recorrer el cuerpo de Megan con sus manos, y esta decide que en vez de ponerle el fonendo en el pecho, mejor ella le da el pecho directamente. Parece que el tratamiento es efectivo, la polla del paciente está enhiesta y dispuesta, y Megan Lux que siempre ha sido defensora de los tratamientos alternativos, está convencida que puede curarle todos los males, haciéndole una mamada como si no hubiera un mañana, sin más dilación se baja al pilón del afectado y le hace una mamada de campeonato.
Como si la poción mágica de Panorámix se tratara, la mamada obra maravillas en el paciente quien recupera fuerzas con cada arremetida de la boca de Megan Lux, no me extraña la verdad, con esa pedazo mamada que baja hasta abajo se come la polla entera y te acaricia hasta los huevos con la lengua, yo también me vengo arriba.
Se conoce, que Megan también está con la fiesta en el cuerpo, o quizá el enfermo le ha contagiado lo que quiera que tuviera, el caso es que se pone cachondísima y se sube a cabalgar al interfecto como si no hubiera un mañana, el enfermo pone cara de placer, así que mal no le está haciendo, de hecho parece que recupera fuerzas ya que pone a Mega a cuatro y se la folla desde atrás arremetiendo contra ese culazo tremendo que tiene.
Al final, el enfermo no ha recibido ninguna medicina, pero estamos en posición de asegurar que se ha recuperado, en cambio la enfermera si acaba tomando medicina, directamente del frasco, de la polla, no deja ni gota de toda la leche curativa que sale en ese momento.