Me repito un poco estos días, pero es que todavía estoy asimilando la cantidad de polvos que me estoy pegando todos los días, pero esto, es algo que en la historia de Putalocura se ha repetido con frecuencia, pero la calidad, ah, hamijos, que polvazos estoy echando, y que escenas estamos dejando para el recuerdo y sobretodo para vuestras pajas, es un momento dorado para estar suscrito a la web y disfrutar de la cantidad de escenas y chicas increíbles que están saliendo, ahí lo dejo.
Hoy me pego un polvazo con Rebeka Brown, no lo sabía y me vino disfrazada de cerdita, ju, ju, con lo que me gusta, de rosita, como el tono de su coñito, con lo rica que es esta teen, además de simpátcia, tiene un carácter fenomenal y conectamos mucho, pero es que además conectamos donde ahí importa, en mi enchufe de abajo, ahí, no hace falta hacer ningún empalme, porque ya está empalmado de sobra, mi pito erecto encaja en su chocho a la perfección, y así debe ser porque las caras de placer y los gemidos de Rebeka Brown no se pueden disimular, no se pueden actuar, está teen disfruta del sexo a lo bestia y aquí le damos caña.
Hay chicas, que pese a su corta edad, tienen el sexo por bandera y lo hacen de una manera increíble, he estado con mujeres con mucha experiencia y hay jovencitas que es increíble lo que saben hacer de manera natural, como en todo, hay quien es habilidoso, y Rebeka Brown es una de esas mujeres que folla como una diosa, todo lo hace igual, porque hace unas mamadas que te deja loco, sólo tienes que ver como mira la polla, se olvida de quien hay adherido a ella, sólo quiere la polla y se la relame, se la chupa y la devora como si no hubiera un mañana para ella sola.
Siguiendo su ritmo, cuando nota que está a tope, y tienes el capullo encendido como un mixto, se levanta y se la mete, en un chocho que ya está mojadito, porque se ha ido poniendo tremendo mientras te la estaba chupando, caliente, y con hambre de polla te folla de una manera tremendísima.
Estar dentro del chocho de Rebeka es un placer, una follada tremenda, con todas las posturas canónicas, y una corrida en toda su cara que explota mi polla llena de lefa y no le dejo un rincón sin corrida, que recoge con la mano y se come con hambre de esencia del Tito Torbe ¡vaya polvazo!