¡Que rico un buen creampie! ¿No os gusta rellenar? A mi me encanta, correrme cuando ya no puedo más, y seguir follando e irme dentro de un buen chocho es una delicia difícilmente comparable a terminar de otra manera, que te la chupen mola, y correrte en la cara es magnífico, pero correrte de manera natural, cuando ya estás acabando en el chocho de una bella fémina, es indescriptible, y a eso viene Quetzal, o igual no venía a eso, pero se llevó una buena lefada en todo el coño y se fue más contenta que nada.
Así son los mejores polvos, los que son sin pensar, los que salen sin estar preparados, ahí estábamos Quetzal y yo charlando sobre trabajo, sobre escenas, y bueno, tener a una joven así de rica al lado como Quetzal, a mi me pone, y el rabo se me puso duro, ella lo vio, y mientras hablábamos, tuvo a bien cogerlo y empezar a hacerme una paja. Llamadme sensible, pero yo estas cosas las aprecio mucho, ir empalmado, y que de repente te la cojan y te la empiecen a cascar, pues se agradece.
Ahí empezó todo, dándole al manubrio, mi polla cada vez más tiesa y Quetzal cada vez más cachonda, que no puede ya con su vida, se merienda un rato mi polla, porque le encanta metérselas en la boca, también me la pasea por sus tetazas, que me flipan muchísimo, y ya veo que se me pone con el culo cara a mi, ese culazo, que es una puta maravilla verlo en posición “me quito las bragas” en pompa, frente a mi cara, en posición a mi polla, como quien aterriza un avión, se va colocando para merendársela con el chocho.
Y toma metidas, un buen rato arriba cabalgando a nuestro ritmo, disfrutando ambos de la follada, que gozada es cuando sale todo tan natural, yo voy cachondísimo con la polla dura como un mástil y Quetzal, gime con cada metida y tiene el chocho que le chorrea, a los nos apetecía mucho follar y se dio la situación perfecta.
Luego me la pongo a cuatro, porque me encanta como le botan las tetas con cada mete saca, es un espectáculo hipnótico, y maravilloso, unas buenas bufas que delicia es verlas cuando te follas a la hembra, al final, cuando ya no puedo más y Quetzal ya se ha quedado a gusto, me pego una corrida tremenda en el coño de esta joven riquísima, un disfrute de follada.