Mirad, lo de Sweet Mia, fue por cojones, fue una Pillada dura, es una chica que no tiene nada de confianza con el ajeno, cosa que entiendo, y me costó mucho convencerla y que se soltara, tenéis la escena en Putalocura, y podéis ver lo excitante que es además ver como poco a poco va cediendo, mientras nos la imaginamos en pelotas. La cuestión es que hay que ir por la vida a pico y pala hamijos, entradles, entrad a las que os molen, y al fina, de 40 alguna te dirá que sí y a follar y a disfrutar de la vida, como el polvazo que pegamos Sweet Mia y yo.
Un polvazo tremendo, porque mirad que hembra por favor, porque tiene una cara guerrera, y así es su actitud, una loba increíble e insaciable en la cama, te pega unos polvazos tremendos, tiene un cuerpazo tremendo, de esos que te ponen palote sólo verla, y un culo como recuerdo pocos, respingón, redondete, duro como una piedra, y tremendo de lo rico que está, es una delicia de mujer.
Además hace unas mamadas riquísimas, de esas que se le nota que le gusta mamar, te pilla la polla y te hace maravillas con la lengua, la saliva, la succión, todo, y se entretiene, está ahí el tiempo que haga falta porque le mola y se le va mojando el coño mientras te la está chupando.
Luego se te pone a cuatro, y claro, tu no te puedes resistir, ese culo que es digno de una escultura te está pidiendo guerra, pues a taladrar, zumbarse a Sweet Mia a cuatro es una delicia, un sueño, cada arremetida contra ese culo en pompa es una locura. Luego se te sube encima, quiere llevar ella el ritmo, es tremenda en la cama y te pega unos meneos increíbles, el coño, a medida que tu polla va entrando y saliendo está cada vez más mojado, al punto que chorrea, y eso me pone muchísimo.
No puedo más, la acuesto y me la zumbo desde arriba, me gusta mucho esta postura, la clásica de toda la vida, porque controlo el ritmo y es perfecta para mi cuando estoy a punto de correrme, me gusta verle la cara, los gemidos cerca de la oreja, la respiración entre cortada, y cuando no puedo más corriendo hacia la boca para saciar la sed de leche de nuestra bella dama, que tiene a bien recuperar energía y no deja ni gota de mi leche del amor ¡que polvazo!