Llevo un par de meses sin Twitter y la verdad es que no lo echo de menos para nada. Me he dado cuenta de que no es tan importante como creía y que se puede vivir perfectamente sin esa red social. Bueno, hablo en plural. Se puede vivir perfectamente sin ninguna red social. Mi cuenta de Facebook día sí y día también es denunciada y Facebook me castiga con 30 días sin poder hacer nada. Ese castigo me parece estúpido y desproporcionado, porque lo único que consigues es alejarte cada vez más y querer necesitar menos Facebook. A Twitter le pasa algo parecido. Todo parece como una conspiración como si quisieran alejarte de ellos. Muy absurdo todo.
Todo el tiempo que ya no dedico a hacer comentarios en Twitter, a contestar tweets, a subir fotos, a contestar privados de fans que me preguntan por determinada actriz, o que quieren follar, todo ese tiempo lo dedico ahora a leer libros y a ver películas. Y os aseguro que no echo de menos esa puta red social. Llegó un momento en que únicamente me escribían Trolls y gente insultando. A veces me hacía gracia, pero otras me resulta bastante cansino. Era como tener que aguantar un hijo tonto de por vida.
Estoy muy bien sin la mierda de Twitter. De hecho les pueden dar por el culo a todos los que trabajan en esa red social. No creo que vuelva nunca. Twitter es una dictadura que decide si quieren que estés o no. No hay ningún juez, (son ellos los putos jueces) ni abogados que te puedan defender. A mí me cerraron la cuenta de forma injusta por culpa de las feminazis, que se agruparon y se dedicaron a denunciar mi cuenta a saco. En ningún momento dediqué ni cuenta a incitar el odio y la violencia, como Twitter me acusa. Es todo un disparate y lo peor de todo es que no te puedes defender. Puedes mandar todas las quejas posibles que da igual, te contesta un bot diciendo siempre lo mismo.
Mi mundo es mi página web. Aquí podéis encontrarme los que queráis saber de mí. Cada vez soy más perezoso y dedico mi tiempo a hacer cosas que me gusten. Hay temporadas en las que no me apetece escribir. Otras en las que no me apetece hacer videos contando cosas, y otras temporadas en las que me pasa justo lo contrario. Me pasa lo mismo con el porno, a veces me apetece rodar un montón, y otras nada. Yo creo que va siendo la edad, porque esto antes no me pasaba.
De todas maneras aqui sigo, contra viento y marea. No me iré cuando ellos quieran, sino cuando a mi me de la puta gana.