Ya está. Se acabó. No quiero saber nada más de ese puto juego. Es un sinfín, es un no terminar jamás..
Recuerdo aquel día de Navidad del pasado año, que mi sobrino de 12 años le ví jugando al Clash Royale y le dije, ¿de qué va ese juego? Maldita la hora en que le pregunté sobre ese jueguito de marras, porque minutos después ya lo tenía instalado en mi iPhone..
Desde ese pasado 1 de enero, no he dejado de jugar un solo momento hasta hace relativamente poco. Siempre, todos los días le he dedicado unos minutos, a veces media hora, a veces 15 minutos, a veces una hora. Pero era como una religión, todos los días entraba para echar unas partiditas.
Éste juego me recuerda mucho al Warcraft2 y el Warcraft3, que jugué durante años allá por finales de los 90 y comienzos del 2000. Todas las noches me conectaba para jugar con mis amigos al Warcraft y al Starcraft y pasaban las horas y los días allí metido. Después me pasé al WOW (World of Warcraft) y ahí tuve una enganchada seria porque dejé de lado a una novia que tenía y el trabajo, y engordé bastante. Vivía por y para el jueguito.
Años después se pusieron de moda los jueguitos de las granjas, Farmville y otras mierdas parecidas, y ahí me tenías haciendo granjas como un subnormal. El problema de estos juegos es que es muy tentador gastarte 5, 10 o 20 € para subir más rápido. Antes no podía permitírmelo, pero ahora sí.. y es una puta mierda.
El problema de Clash Royale es que últimamente estaba gastando dinero, y yo creo que por ahí se fueron unos 100 € que pagué como un yonqui nervioso esperando su dosis. Sí, cuando pagas y tienes un mejor equipo sueles ganar varias partidas. Pero luego te pones a la par de gente que lleva el mismo equipo que tú, y la cosa se equilibra y ya no hace tanta gracia.
El punto de inflexión por lo que decidí dejar de jugar al Clash Royale es que un día perdí 14 veces seguidas, bajé de Arena 10 a 9 y me cagué en todo lo cagable. Y entonces me dije, ¿para qué coño me he gastado tanto dinero si estoy otra vez en el mismo punto de partida? Y entonces me ocurrió lo mismo que cuando jugaba al WOW: veía que ese juego no se terminaba nunca, y que estaba sacándome la pasta miserablemente. Así que me armé de valor y lo mandé a tomar por el culo. Y ahora, cuando cago, suelo leer libros, medito y pienso en cosas. Y no me tiro media hora en la taza jugando partiditas. Ni me engancho antes de dormir con el móvil perdiendo el tiempo como un tonto. Y eso que tenía un clan, y que me pasaban buenas cartas, pero me da igual. Yo llego momento en el que digo basta y es basta..
Ahora estoy enganchado en el modo carrera del FIFA 17, llevo dos temporadas, mis jugadores están subiendo todos los atributos, pero ya en la segunda temporada he ganado la copa de la UEFA, la Copa del Rey y la Liga. Me falta la Champions que seguramente la gane también. Cuando gane dos o tres ligas seguidas todo me dejará de interesar el juego, y a otra cosa mariposa..
También ando enganchado con el juego Final Fantasy 16, que no lo conocía, y no está mal. El problema es que la historia me importa un pimiento, y todo tiende a repetirse, como pasa con la mayoría de los juegos de rol. En fin, que entre los videojuegos, los libros, y este blog, bueno, y el folleteo un poco se pasa mi vida, y aquí que lo estáis viendo y yo que os lo estoy contando.