De putas por Marruecos

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Marruecos siempre ha tenido el atractivo de ser un país donde sus mujeres son ardientes y les gusta el sexo más que un tonto un lápiz. Hay que ir a Marruecos a ver qué pasa por allí. Fueron un par de viajes que hice a lo largo de unos cuantos años, y este es el resumen de esos viajes.

MARRAKECH

Me habían hablado muy bien de la ciudad de Marrakech, que si podías follarte tías super baratas, que si eso era jauja, que todas las tías estaban esperando con los brazos abiertos a los turistas… en fin, que me lo habían pintado de puta madre y por eso decidí irme pallá a follarme todo lo que se moviera o moviese.

El viaje lo hice en un armatoste de Air Maroc que era como una tartana, con los asientos minúsculos. No cabía, mis rodillas sufrieron el contacto del asiento de delante todo el viaje. Todavía me sigue sorprendiendo que haya gente que viaje sin llevarse nada para leer, o nada para hacer.

Llegamos por fin a Marrakech, un pueblo perdido en el desierto, un cruce de caminos, que dicen que de ahí cogieron el nombre para definir al país, Marruecos. Al salir del avión pudimos comprobar la terrible flama que hacía, eso era un puto horno.

El hotel no estaba nada mal, y como un resorte, tras dejar las cosas, cogí un taxi y me dispuse a conocer Marrakech la nuit, en busca de furcias que me sacaran todo lo retenido.

Los taxistas suelen ser buenos informantes de cómo y donde suelen estar las cosas cerdas. Primera decepción, en Marrakech no hay pisos de putas, están prohibidos, todas se hacinan en clubes. Los aquí llamados puticlubs allí se llaman clubs, y son discotecas con sus gorilillas en la puerta y un montón de chicas por ahí pululando.

Al primer club que entro, el Paradise, veo que está vacío. Me cobran 20 eurazos al entrar, aquí debe de haber canelita fina. A lo lejos veo tres tías y las entro. Me dicen que son camareras y que las chicas vienen mas tarde. Joder que son las 12 de la noche (las 2 de la madrugada en España) y ¿todavía no hay nadie?

Doy una vuelta por el local. Veo una tía sentada que me mira. Esta es una puti fijo. Me siento a su lado, y empiezo a hablar. Le digo, “qué poca gente hay por aqui, no?” Ella afirma con la cabeza mientras me empieza a hacer las preguntas de rigor, que de donde soy, en qué hotel estoy, bla bli bla. La tía no estaba mal pero tampoco era para echar cohetes. Cohete era lo que quería echar yo, pero la cosa estaba malita.

La susodicha mientras me comenta que echar un polvete cuesta la friolera de150 euros, me sablea una bebida de 10 euros, así para empezar. Al polvo de rigor, hay que sumarle la habitación, que son 60 euros más. Vamos, un disparate. El polvo se pone en 210 leuros, cuando en España puedo conseguir polvos por 50. No he venido a la otra punta del mundo para pagar por follar más que en España. Lo de la habitación me entero después, pero parece ser que si quieres follar en Marrakech, tienes que pagar tú por otra habitación aparte, no puedes subir a la chica a tu habitación de hotel, tienes que pagar por otra. Alucinante, en ningún país de los que he ido me ha pasado esto. Negocio para los hoteles, esta claro. Este es el típico negociete que como no está regulado ni es algo que es legal, todo el mundo quiere aprovecharse del que quiere follar. A sablear al guiri, que soy yo.

Declino la invitación de ir a follar, pagar 200 leuros por un polvo con una tía que como ella hay miles en Madrid como que paso. Ya buscaré más por ahí, que es la primera noche y acabo de llegar.

Decido dar una vuelta por la disco y ¿qué me encuentro? que la parte de abajo esta llena de tías!!! esa mora me engañó al decirme que no había más chicas para que me fuera con ella. Allí estaban todas, y joder, había alguna que estaba tremenda. Entro a una diosa y tras un poco de cháchara me dice que irse con ella cuesta 300 euros!!!.

Tendré cara de guiri o de pardillo? viendo el percal, paso de preguntar a las demás sus honorarios y me las piro de allí. Esta claro que ese sitio es para guiris ricos. Yo prefiero otro perfil. Le digo al taxista que me lleve a otro tugurio más económico a ver si encuentro algo más asequible.

Me lleva a otra disco y la misma canción, esta vez una lista me pide 250€ por 2 horas. Y si le veis la cara, parecía de Torrelavega la japuta. Fea como un pedo de mono.

Na, eran las 3 de la madrugada, las 5 en España y me caía de sueño, que me voy a dormir sin mojar. Y esto es como las películas, si empieza mal, es que va a acabar mal.

Cuenta la leyenda que hubo un rey en Marrakech que tenía como hobby el destripar a la gente de su servicio. Se cuenta que mató a más de 100.000 personas en toda su vida, le gustaba matar a la gente a la criatura. Y claro, como era el rey, nadie le tosía ni le decía nada. Años después hubo otro rey con un harén de unas 700 mujeres. Su especialidad eran las europeas, y las mandaba raptar y llevárselas a su harén. El tener poder ilimitado tiene esas cosas, a uno les da por matar, a otros por follar. Yo soy más de follar.

El sueldo medio en Marrakech es de 200-300 euros al mes. La primera noche, al volver de jarana, me quedo hablando con el recepcionista, con la excusa de informarme de cómo va el rollo de subir putas a la habitación. Me explica que hay que pagar una habitación extra y acto seguido, quizás para excusarse o para no meterse en líos, me dice que desaprueba el puterío. Que él solo quiere amor, no sexo. Una visión de la vida bastante limitada sexualmente, pero en fin. Al recepcionista se le ve dolido, le ha debido de dejar la parienta y quiere desahogarse, y yo que pasaba por ahí me convierto en su muro de las lamentaciones.

Le intento explicar que la prostitución no es mala, que el hacer sexo por sexo, sin amor, es algo fisiológico, que causa placer y no suele dar los problemas que da una relación sentimental. Pero él dice que no puede follarse a nadie si no es estando enamorado. Por esa regla de tres, nadie podría hacer sexo por diversión, y el mundo sería muy aburrido. Tener que enamorar a una chica para poder follar… si a mi me gusta follar con muchas, no tendría tiempo material para enamorarlas a todas, y mucho menos para follar con todas las que me apeteciera. No, no me convencen sus puntos de vista.

Tras aguantar la chapa a las tantas, me zafo del recepcionista como puedo y me voy a dormir, no sin antes hacerme una paja. Una paja sin porno!! porque allí no dejan nada de porno, está prohibido (tampoco había internet en la habitación). Empiezo a darle a la imaginación y me acuerdo de mis 14 años, de esos años donde el porno escaseaba y tenia que hacerme las pajis imaginándome cosas. Ahora lo tengo un poco mas fácil, es recordar los polvos con esas jacas de Dios que me jinco de hace unos días, y enseguida me pongo berracote. A la mañana siguiente cae otra paja. Y es que cuando empiezas con las pajillas, no se puede parar, es como con la drojaína.

Doy una vuelta con dos amigos que me acompañan en el viaje. Nos cruzamos con unas catalanas, pero no hablamos con ellas. En el hotel no hay españoles, solo las catalanas y nosotros. Tres catalanas para tres freaks. Esto promete… pero primero conozcamos las moras, a ver que nos deparan, que catalanas tenemos un puñao en casa.

Damos una vuelta por la ciudad, hay una calle que está infestada de gente. Todas las casas son marrones, los taxis también, el polvo que se levanta también. Las chilabas de la gente son ocres o marrones. ¿Por qué no la bandera de Marruecos es marrón también?

El calor es agobiante. Luego me enteré que en mi estancia se llegó a estar a 50 grados. Aquello era estar sobre una sartén y debajo de un microondas a la vez. Las chicas que hay por la calle, algunas van tapadas con un burka, solo se les ven los ojos, otras solo se tapan la cabeza con un pañuelo, y luego están las otras que van vestidas como las occidentales. Curioso contraste. Eso si, las señoras mayores, todas, van con la cabeza tapada por un pañuelo. Está claro, la tradición manda, y supongo que habrá madres que agobien a sus hijas para que se pongan el pañuelo por «el que dirán».

El primer día un taxista nos lleva a comer a un sitio que parece una mezquita por dentro. La comida, bien, pero el precio 120 euros para 3 personas nos parece excesivo. Nos han engañau! estos precios tan disparatados para una gente que gana 300 euros al mes no puede ser.

El taxista se ha llevado su comisión y el restaurante ha dado el palo a unos turistas más. Así funciona esto aquí. La cuestión es esquilmar pasta al turista pardillo. Lo curioso es que esto lo he visto en Tailandia, en Rep. Dominicana… es una practica que se hace en países subdesarrollados una y otra vez.

Lo mejor, sin duda, el te. Es espectacular, te verde a la menta lo llaman, pero es hierbabuena. Con azúcar, sublime. Lo más. Me engancho cosa mala a esa bebida y todos los días necesito de ella. Esto si que es drojaina de la buena. Jaja.

Me movía cada vez mas como un perro atado a una cadena que le ponen enfrente a cien mil perras en celo. Y es que empezaba a incomodarme la situación de no follar. Coño, que me habían dicho que esto era un puto vergel, y nasti de plasti el catar chocho moruno.

En el hotel veo que hay sesiones de masajes por 30 leuros. Decido ir a una » a ver que pasa». Una simpática regordeta con una cara muy mona me hace pasar al habitáculo, me dice que me despelote y así lo hago. Tan solo una toalla alrededor de mi cintura separa mi polla del mundo.

Entra la gordi y yo tumbado me dejo hacer. Empieza el masaje y yo, boca arriba, con la toallita tapándome las vergüenzas, le lanzo una mirada sexual para hacerla ver que estoy preparado para el amor, si este surjiera. Ella no capta el sentido de mi mirada, y empieza el masajeo pernil como quien lava la ropa en el río. Me toca los muslos de las piernas y noto que cada vez se aproxima más al centro de vibración permanente. Roza mi huevera pero sin tocarla, todo un arte que hace que mi misil tierra aire se ponga en estado de alerta. ¿Será este roce una declaración de intenciones?. No lo se, solo se que la toalla se eleva unos centímetros mirando al cielo de Alá y la sonrisita de la mora no se hace esperar. La digo a la interfecta: (en mi macarrónico francés)

– eres libre de masajear esa zona si quieres

– jeje no, no puedo, está prohibido, si me pillan haciendo sexo me echan.

– mira, te pones así dando tu espalda a la puerta y no se entera ni cristo bendito

– jiji no puedo.

Primer intento. Se ve que no le hace ascos a hablar de la posibilidad de hacer algo más allá de lo preestablecido. Me dejo hacer un poco más de masaje y vamos que nos vamos con el segundo intento:

– me estás poniendo bastante caliente… por qué no… (y le acerco su mano a mi polla, que la quita con la velocidad del rayo)

Ella se ríe y me vuelve a decir que está prohibido el cerdeo. La técnica de la peli porno no ha funcionado. Entonces le digo,

– y después ¿cuando vayas a casa? ¿Por qué no quedamos?

– después voy a casa, no puedo.

– y si te quedas un rato en mi habitación del hotel?

– si me ven que subo con un cliente me echan del trabajo.

Así, como un puto disco rallado, todo el rato, era darse contra una pared. Sigo con el masaje, que no lo hacia nada mal, y busco alguna otra alternativa para acceder al folleteo. Había tiempo, así que sigo interrogándola. Le pregunto por su edad y me dice que tiene 22 años, y a lo tonto le saco que es virgen. Y que para hacer sexo ha de estar enamorada y casada. Vamos, que el sexo lo guarda para su futuro marido, con la intención de procrear. Oh cielos, es entonces cuando me acuerdo de donde estoy, estoy en Morolandia, donde la gente tiene otra mentalidad, muy lejana a la europea. A tomar por culo el hacer algo con esta santa mujer. Termina el masaje y al despedirme suavizo la situación diciendo que no tengo la culpa de ser tan cerdete, que el problema es que soy español, y claro, es que semos mu cerdos los españoles, siempre pensando en cochinaditas, y que estaba “de broma”. Ella se ríe y aquí paz y después gloria.

Voy al hotel, me ducho y me preparo para salir. Quedo con los amigos y vamos dispuestos a ver la ciudad y a cenar algo por ahí. Y es cuando vamos por una calle central muy transitada llena de escaparates, donde una tía me pita desde su coche. Pii Piii. Miro el coche y una mora me hace señas con la mano para que vaya. Y cuando mis ojos ya están en contacto con ella, con la mano realiza el gesto típico de una mamada, un gesto internacional que todo hijo de vecino conoce. Oh cielos, alguien que entiende mi idioma. Pling! doy un salto y allí voy como un Miura a hablar con ella. Es muy directa la mujer, me dice que si quiero que me haga un mamadón por 40 euros. Le digo que sí, madmoaselle, como no!, y me meto en su coche. Vamos, tardé en decir que si lo que tarda un chorongo colgante en caer en la taza. Damos unas vueltas por la ciudad buscando un sitio apartado para realizar la mamadurria y me entra un poco de agobio porque por momentos me pregunto qué coño hago aquí metido, fijo que ahora me lleva a un garaje y un nutrido grupo de moros hacen el medievo con mi culo, despojándome de todos los dirhams que llevo encima. Pero no, no había llegado todavía mi hora, la hija de Gadaffi lo que hacía era buscar un sitio algo apartado, ya que había gente por todos lados, en todos sitios. Parados y jubiletas, gente con la litrona, sentada en los parques, las aceras. Marrakech está llena de gente apostada en el suelo sin nada que hacer. Y encontrar un sitio donde a uno le hagan una mamada es algo muy complicado.

La mora de la mamada era una tia de unos 30 años, guapa de cara, maquillada como una puerta y un poco cascada por la vida. Por fin encontramos un lugar donde estamos un poco alejados de la multitud. Allí mismo me saca el miembrillo, que ya estaba en estado rocoso. La verdad es que nunca me habían hecho una mamada en el coche y es algo que mola. Lo que no moló mucho fue la mamada, que consistió en un aparatoso intento de algo que no era una mamada precisamente.

El chupa chupa no llevaba ni 4 minutos y ya me estaba diciendo que me corriera porque podía venir la poli. La tía se rallaba cada vez más con eso, miraba para todos los lados, como nerviosa, y luego mamaba un poco, para subir de nuevo la cabeza, miraba para los lados y seguía. Y cuando estaba comiéndomela hacía unos ruidos rarísimos como si quisiese vomitar.

-goooorrrrjjjghhhhh….. Giooorrrrgooooghhhh

Yo me descojonaba porque parecía una borracha queriendo cantar. Se ve que no le gustaba ese oficio, y tampoco era una experta en comer cimbreles. Y es que ya había gente que miraba el coche de forma curiosa a lo lejos y ella se la veía agobiada. Entre tanto canto gorgojeático, va la tía y me dice

– no kleenex-

Y saca un papel de revista, con la intención de que me corra en eso. Jaja que frikerío. Quiere que me corra en la revista.

Cuando consigo correrme en la revista (intentando apuntar en la foto de una cara de una tía que salía en ella), algo le salpica en su boca, y entonces escupe inmediatamente toda la saliva que tenía y parte de mi corrida encima de mi camiseta y mi pantalón, dejándome hecho un Cristo Nazareno. El papel de revista no sirvió para nada. Y ahí la ves a ella intentando limpiar todo ese cristo cuando lo que hacía era esparcirlo más y más. Un desastre absoluto.

Lo mas divertido fue cuando mis amigos me vieron con toda la enorme mancha blanca en mi ropa, “que has hecho? Cabroncete”. Estuvimos como media hora riéndonos. Ningún moro se percató de mis manchas blancas.

Mi estancia en Marruecos estaba siendo un poco mierder, un masaje fail y una mamada accidentada.

Después de esa mamada espontánea en un coche con la mora gorgojeante, y ese masaje calientapollil, mi cuerpo me pedía follar ya de una vez. Quería hincarla en cuerpo de mora. Iba yo ya muy caliente, pues el paisaje me regalaba multitud de moriscas de muy buen ver. Morenas azabache de ojos negros, con unos tipitos fabulosos. Aquí Papuchi se hubiese vuelto loco. Si, las moras molan y me ponen muchísimo, sobre todo las que no se les puede ver nada, sólo los ojos. Es una de las cosas más morbosas que hay, una tía totalmente tapada que no deja ver nada. La imaginación vuela imaginándotela por dentro. Cuidado, que no estoy de acuerdo en que las mujeres vayan con burka, eso es otra cosa, hablo del morbo que despierta no saber qué tipo de tía se encuentra debajo de esos velos.

Dando vueltas por la Medina vimos un tipo de unos 40 años con la camiseta del Real Madrid. Yo, que soy un vacilón le dije un Hala Madrid y el tío, rápido como el rayo se nos pegó enseguida. Y la broma acabo luego en un «todo lo que necesitéis, pedídmelo, que yo os lo consigo». Cómo no, le pedí por chochos y rápidamente me dijo que para esa misma noche tendría tías disponibles. Bueno, pues llegó la noche y el tío apareció con dos moras que acababa de conocer en la calle, un despropósito porque yo estaba a escasos metros viendo cómo las convencía para que se fueran conmigo. No, no era un «pilladas moro”, jeje, el tío fue a una calle donde parece ser que vivían varias de estas putas, y lo que hacía era esperar a que pasaran. Este personaje me recordaba a los «tigres» que conocí en Santo Domingo, que hacían lo mismo, movían tierra y mar para conseguir lo que sea.

Ahora lo suyo era encontrar un sitio parecido a un apartamento u hotel donde poder yacer. El tío me hizo recorrer medio Marrakech hasta que dimos con un apartamento que parecía estar cerrado. El tío se lo curró y consiguió que entrásemos todos. La habitación era una cama y un armario lleno de ropa de otra persona. Hacía un calor insoportable, y no funcionaba el aire acondicionado. El baño era diminuto. El del apartamento me pide una cantidad desorbitada y tras 20 minutos regateando, al final la consigo por 45 euros. Que coñazo el puto regateo, y todo para echar un kiki.

Ahora que ya teníamos la habitación, venga, a por las tías de vuelta. Vuelve a la otra punta de Marrakech andando a buscar a las fulanas. Las encontramos, un beso y venga, otra vez al apartamento, otra vez la caminata. Como en una procesión, las dos chicas venían juntas detrás, una morena y una rubia, como el cuplé. La morena tenia cara de empollona, así con gafitas, y la rubia tenía cara de pija española, con un poco de culo y lorzas debajo de las tetas que la hacían una forma algo barrilesca, pero no era terrible. Y ¿por qué iban detrás las dos lozanas separadas de nosotros a una distancia de 6 metros? porque si la policía las ven con hombres caminando en la noche, podrían ser detenidas y pasar la noche entre rejas. Allí no se andan con chiquitas, de hecho, no había ni una sola mujer por la calle en la noche andando sola, o iban con hombres o con otras mujeres. ¿Dónde están las feministas para parar esta injusticia contra la mujer?.

Llegamos al apartamento, el portero nos abre y nos invita a subir.

En la habitación está el portero, el tigre y las dos tías, se ponen todos a hablar y empiezo a notar un olor nauseabundo, es el portero, un negraco sudado que no se habría duchado en semanas. El sitio era enano, con lo que la sudorina inunda de forma alarmante toda la habitación. Rápidamente invito a todo el mundo a salir, que se dejen de palique que quiero follar, y que se vaya el negro que huele a mil culos de mandril. En la puerta, casi cuando voy a cerrar la puerta, el tigre me pide su comisión, «bonito, todo parecia bonito» que dice la canción de Jarabe de Palo, aqui la gente no hace nada por nada, así que le tuve que soltar 40 euros por la «transacción». A las chicas 100 euros cada una, vamos, que follar en Marrakech con dos moras me costo casi 300 euros. Casi lo mismo que en un sitio «bien» de Madrid.

Pero es que lo mejor viene ahora.

Me dice una de ella, cuando ya estamos en faena.

– tienes condón?

Y de puta casualidad tenia uno, que me lo había metido en el bolsillo por si las moscas antes de salir del hotel.

Le digo,

– cómo es que no lleváis condones?

– Es que si nos detiene la policía y nos pilla condones en el bolso, nos detienen, porque pueden pensar que somos putas.

Alucinante.

Allí me veis usando el mismo condón con las dos. Que estropicio….

Además, a la empollona le metí dos polvos porque debajo de sus ropas tenia un tipazo de la ostia la cabrona. Veis como lo de ir tan tapadas en el fondo mola?. A la otra la cogí por banda después y le metí unos cuantos empujoncitos también. Me quedé servido, había merecido pagar todo esto. Tres polvos en dos horas, como un señor. Al terminar me quedo hablando con ellas y me dicen que si no me importa que se queden a dormir en esa habitación, eran las 2 de la madrugada y me dicen que a esas horas no pueden ir las mujeres solas por la calle.

Tengo la polla escocida de follar, y es que las moras no se depilan el chocho, y a veces sus pelos cortan. Me la han dejado como un esparrago triguero. Dejo a las muchachas que duerman allí y me voy de ese lugar que solo huele a sexo. Qué calorazo que hacía en la habitación. Me despido de ellas, muy buen rollo, besos y adiós.

Hay un momento en el que voy por la calle y siento miedo, la calle desierta y un grupo de varios jóvenes marroquíes se meten conmigo, me gritan algo y yo me hago el sueco, paso de ellos y sigo mi búsqueda de un taxi. Creo que el ser tan alto muchas veces me ha salvado el tipo. (Mido 1,86 cm) Quizás me verán grande y fuerte y por eso no se meterán conmigo. De hecho, uno de nuestros amigos era pequeñín y allí iban todos los moros a darle la brasa.

Finalmente encuentro un taxi y vuelvo al hotel. Por fin había follado en Marrakech. Esa sería la primera y ultima vez, no había más presupuesto para follar. Si follar era semejante cristo y tanto tiempo y dinero, prefiero irme al piso de putas de la calle Hortaleza, en Madrid, que todo es al momento y mucho más económico. No, no me había molado nada la experiencia, así que no volvería nunca más a ese lugar perdido en el desierto. El mundo del sexo, qué complicado es, la virgen!. La de cosas que hay alrededor siempre que dificultan el poder yacer con lozanas!.

El sexo es algo que está escondido, prohibido en algunos países como Marruecos, donde el puterío está condenado con pena de cárcel, incluso.

Sigue llamándome la atención que no se hable de sexo en ninguna guía turística cuando uno viaja. Te hablan de restaurantes, museos, mercados, pero de como mojar el churro nada de nada. Ahora está todo un poco más fácil gracias a internet, pero en aquella época, en 2007, era toda una odisea.

TANGER

Tiempo después tuve la oportunidad de hacer otro viaje a Marruecos, esta vez sería a Tanger, una ciudad al norte de Marruecos con gran influencia española.

Cuando volví a Marruecos otra vez, coincidía con el Ramadán. Menudo coñazo, la morería al completo tiene que evitar fumar, comer, beber y divertirse desde que se pone el sol hasta que se va. Por eso mucha gente lo que hace es comer a las 5 de la madrugada y dormirse hasta las 6 de la tarde. Y luego a las 8, cuando se va el sol, vuelta a comer. No se puede ni follar, vamos, un invento de mierda, asi 40 dias. ¿Estamos locos? Joder, estos tíos viven como hace cinco siglos atrás. A una hora de avion de Madrid y ¿todo es tan diferente?

Aprendida la lección, en este viaje han cambiado unas cuantas cosas. Me alojo en un apartamento donde puedo subir moras. Tengo un amigo que vive en España que es marroquí, que ha venido conmigo, que me consigue moras sin tener que pagarle ninguna comisión. Y esto sí que merece la pena ahora. Esto es un sin parar de moras, todos los días una o dos vienen a ordeñarme.

Hoy me ha pasado algo bastante extraño. Una mora que ha venido esta tarde a follar se ha ido en cuanto me he corrido. Mientras se vestía me dice que estamos en Ramadán y que no puede follar mas, pero lo ha hecho una sola vez porque necesita el dinero, pero que está en pecado y tiene que hacer no se qué cosa… qué follón.

Ayer en Tanger conocí a un catalán que se pasa el día fumando marihuana y follándose putas. Lo puedes hacer si tienes pelas, pero el caso es que este joven siempre andaba pidiendo dinero por ahí a todo el mundo. Tremenda filosofía de vida, lo peor es que hay gente que vive así en todos lados y siguen de esa misma manera, viviendo a costa de los demás. Por suerte a mi no me pilló con el cuento, pero a un amigo mío le ha desplumado unos cuantos miles de leuros. (Mucho después me enteré que fue al revés, y encima ese “amigo” me desplumó a mi también).

Por aquí por Tanger siempre suelo ir con un amigo de Córdoba la mar de enrollao y su amigo moro. Ellos me llevan y me traen, me miran los precios con los pesaos de turno que siempre quieren regatear e interceden por mi en todo. Por la noche, me llevan de putilingas, un deporte que practico desde que tengo dinero. La manera de llevarte mujeres de poca fe al hotelillo es la siguiente:

De noche, a eso de la 1 de la madrugada, sales por el puerto, cerca de la playa hay discotheques con neones, pues ahí has de ir. No creas que son discotecones, no, lo que son es eso que tanto abunda en España: PUTICLUSES. Entras y el local está preñado de mujeres vestidas como las occidentales, que bailan solas, y te miran con deseo, buscando tu mirada y en un santiamén ya están hablando contigo. Muchas hablan español, y sino francés. Son muy simpáticas y buscan un buen macho para la jodienda, que se traduce en dinerito para ellas. Los precios oscilan entre 60 euros si eres avispado o 100 si te ven cara de guiri. Cuidado que si te ven muy perdido te pueden pedir 200 o 300 como a mi me lo pedían en Marrakech.

Putear en la calle esta prohibido, si ven a alguien entrar a algún guiri en la calle es detenida. De hecho, en Ramadán, como está prohibido follar, a partir de las 23.00 horas, es detenida cualquier chica que vaya sola por la calle y la meten 2 días en el calabozo. Esto me lo decía mi amigo español que vivía en Tanger, él lo vió con sus propios ojos con una de sus amigas. Qué difícil es vivir en Marruecos si eres mujer…

Las moras de moral distraída salen de sus nidos a la 1 de la noche, y es cuando uno va a los puticluses a buscarlas. Para un español, la 1 de la madrugada son las 2, porque vamos con una hora de diferencia. Vamos, que si no trasnochas, te quedas sin follar. A mi, que me gusta meterla por la tarde, en la hora de la siesta, resulta un coñazo tener que esperar a la 1 para ir de caza chochil. Y es que por el día no hay ninguna prosti por ningún lado, no hay pisos de putas, así que es difícil pillar a otra hora que no sea después de la medianoche, cuando todos los moros son pardos. Yo por suerte me he hecho amigo de un morito muy simpático con chandal que me trae lagartas cuando le digo, le pago 10 euros y es feliz, y yo también, y las que trae, también. En estos países hay que buscarse la vida como sea.

Aquí, las chicas, la mayoría son de cabello moreno, y todas huelen y saben muy parecido, a un olor muy característico que no sabría definir debido a que todas comen lo mismo. Todas tienen el chocho morenote (aunque algunas lo traen ya depilado), con la boca hecha un cuadro muchas veces por la piorrea o similares, pocas ves con los piños bien, con unos ojos muy bonitos super maquillados con esa linea negra característica de las moras, y algunas con tez aceituna, otras muy claras. En la cama se lo montan bien, algunas no saben comertela bien, pero le ponen ganas, cuando empiezas a darle estopa, si te mueves bien y las tocas un poco el chichi, se ponen bastante cachondas, y no te agobian con el “hay que terminar ya” y esas mierdas que se estilan en la península, que va, aquí se folla hasta cuando quieras. El límite lo pones tú en realidad, aunque si te corres, ellas siempre hacen el ademán de irse, eres tú el que tienes que recordarles que la has contratado para toda la noche. Entonces se queda. En general las moras que conocí eran bastante sumisas y nada porculeras.

El otro día estuve con una mora muy rica, y me la follé por la noche dos veces, durmió conmigo y por la mañana la desperté con mi pollita metida en su conejo. Que lindo despertar, ¿verdad?. El follar es un acto animal que nos recuerda para lo que estamos aquí, para procrear como imbéciles, pura supervivencia de la especie. El acto sexual en si, es absurdo y da placer porque sino nadie lo haría. Aún dando placer, hay mucha gente que ya no folla o folla poquísimo, sobre todo los casados, o los que llevan mucho tiempo con la misma, y ya se conocen todos los pliegues de su coño de memoria. A mi esto de la vida sexual en el matrimonio es matar el deseo para siempre. A lo que uno le gusta es follar con muchas, y todas diferentes. El matrimonio es la antítesis de eso. La vida tal como nos la cuentan es una gran mentira, hay que hacer lo que a uno le salga de las pelotas, y si es follar con muchas, la mejor manera es pagando. Coño!, que cuando nos damos cuenta estamos con la baba caída en una silla de ruedas en un asilo.

Hoy he visto algo bastante fuerte, íbamos en coche por la carretera, y delante de nosotros había un camión muy grande, tipo container. Hemos parado en un semáforo y de repente de la nada han salido 8 niños y todos se han escondido dentro del motor, entre las ruedas, a la altura de la mitad del convoy. En lo que dura un semáforo en rojo, todos han conseguido meterse dentro, pero han tenido la mala fortuna que un policía en moto marroquí les ha visto y ha venido raudo, se ha metido debajo del camión y ha sacado a los niños. Muchos han conseguido escapar por patas pero uno de ellos ha sido capturado. ¿Qué le esperara ahora a este pobre desgraciado? Niños mugrientos llenos de suciedad, malnutridos, que buscan una salida a su vida escondiéndose en los camiones, porque alguien les han dicho que una vez crucen a España tendrán mas oportunidades que en su Marruecos natal. Se la juegan a una carta. O pasan y cambian de vida para siempre, o les cogen y supongo que les meterán en la cárcel. Lo que probablemente ignoren es que en la frontera española lo primero que hacen es mirar los bajos de los camiones, poniéndolos en puentes donde se puede mirar a placer por debajo del camión. Cuando estos niños son capturados, se les deja en España, si, pero en una especie de reformatorios. No salen de la pobreza precisamente. Es un gran problema el que tiene España con todos los árabes y africanos que cruzan España.

Hoy ha pasado otra cosa que me ha llamado la atención, y es que en la terraza de un café, me han servido un te verde (y acompañando un vaso de agua que no he pedido), y la gente de la calle te pide si pueden beber ese vaso de agua. A mi amigo, que se fue al baño un momento, le bebieron el vaso sin preguntar y más tarde el café. Jaja. Que país mas curioso. Aquí se aprovecha todo. Hay que estar vivo.

En Tanger están preparándose para organizar una Expo, si, como la de Sevilla del 92 o la que va a organizar Zaragoza. En el 2012 quieren hacerla en Tanger, y andan como locos todos los policías echando a todo aquel que beba alcohol en la calle. Me cuenta un amigo español que a un amigo suyo magrebí le metieron 4 días en el calabozo porque iba con una cerveza en el coche. ¿Os imagináis algo así en España?

Ayer vino una lumi marroquí a mi apartamento, y vino acompañada de una amiga, que parecía que era vecina de Torrelavega, del barrio de Mordor, menudo feto, colega. La que estaba buena me la zumbé como mandan los cánones establecidos, y al terminar, eso de que te preguntas, ¿cómo debe ser follarse a una fea? Y al final, hala venga, que entreee la feaa!!!.  Entra la fea a mi habitación y le digo,

– esperas un niño?- ,

y me dice,

– no.

Joder pues con ese barrigón parece que estés preñada, hija de puta!. Menos mal que no me entendió esto ultimo que le dije, pero ella no paraba de reírse, y yo mas. A veces me mola follarme gordas, sentir ese espesor, esa carne blanda que se te pega al cuerpo. Mola. Últimamente sólo me tocan moritas que huelen mal, y mira que las digo que se duchen, pero na, las tías son más guarras que el bocadillo tocino.

Este viaje a Tanger tuvo de bueno que ya estaba mucho mejor preparado que antes, y que pocos incidentes tuve con las moritas. No es lo mismo que en aquel viaje de Marrakech que pagué como un tonto todo aquello. Ahora me estaba follando tías por 40 euros, que venían a mi casa y se quedaban toda la noche. Y me las volvía a follar por la mañana. Nada que ver a aquello. Y es que a mi me dejan un tiempo en un sitio y consigo grandes mejoras. Es mi sino.

Y cuando estaba en lo mejor, mi viaje ya se terminaba. Tenía el billete de vuelta y justo dos días antes saltó la noticia. En una página de Facebook marroquí alguien soltaba una noticia falsa sobre mí. Decía algo así como “el productor de cine porno Torbe se encuentra en Tánger rodando porno con moras, y las graba desde su hotel con cámaras ocultas”. Algo rotundamente falso porque ni me había llevado ninguna cámara de video de España a este viaje, ni estaba alojado en ningún hotel.

Esa noticia me dejó bastante intranquilo, pero todo se puso peor cuando esa noticia, sin haber sido contrastada en ningún lado, saltó a los 3 periódicos de mayor tirada nacional de Marruecos, dando por hecho que yo estaba allí haciendo porno. Incluso me llamó el corresponsal de la Agencia EFE preguntándome que qué estaba pasando, y yo le dije que todo era falso, y que justo al día siguiente tenía el vuelo de vuelta a España.

Y así fue, me largué de Marruecos con un mal sabor de boca y juré no volver, cosa que he hecho desde entonces. Una pena terminar así pero ya he tenido bastante Marruecos en mi vida.