Este agosto he ido de viaje a Benalmadena, Malaga, Spain; un clasico de los veranos, a visitar a mis hermanas paridoras, que no paran de tener vastagos como quien tiene una churreria y hace churros.
He pasado unos dias de asueto y tranquilidad, donde el Ipad se ha mostrado una herramienta indispensable para estar conectado a internet desde cualquier sitio.
Alli no he tenido apenas tiempo de estar con ninguna mujer de moral distraida, por eso he querido darme un homenaje en el viaje de vuelta, de Malaga a Madrid en coche, pasando por todos los puticlubs de carretera posibles.
Queria saber dos cosas con este experimento:
Ver si como dicen hay mujeres explotadas en los clubes
Ver si hay tias buenas
Salimos a la 1 del mediodia, y despues de comer pasamos por el primero. Entramos al lugar y todo esta oscurisimo. Casi me ahostio con una silla porque alli no se veia nada. Solo habia una putilla. Tuve suerte de verla bien al entrar, porque al abrir la puerta pude su ver su rostro ajado iluminado por la luz de la calle. Arrugas, esta tendria casi 40, pasando. Sin luz parecia una ventiañera. De ahi el famoso dicho «por la noche todos los gatos son pardos».
La camarera nos saluda
– donde estan las chicas? – le dice mi amigo
– ahora vienen… es que abrimos a las 5- nos dice la camarera
– son las 5 y cuarto…- en ese momento aparece un orco de mordor y torrelavega, que nos saluda con la mano
– bueno, pues mejor iros a dar una vuelta y volver luego…- nos dice la tia
Salimos de alli escopeteados. Jaja que risas, que pensaba esta? que nos ibamos a quedar viendo pasar los coches mientras las putas se adecentan? Aunque reconozco que ese orco hizo que definitivamente nos fueramos de alli.
Cogemos el coche y pasamos por un puesto de frutas. 9 melones por 10 euros. Gran ganga. Venga, pal maletero los melones.
Pasa el tiempo y paramos en otro puticlub de carretera, eso si, tenemos que dar mucha vuelta, con la reforma de la autopista, les han cerrado a todos los putis las entradas, y hay que dar unas vueltas de la ostia para llegar. Vaticino que ese sera el fin de muchos putis porque es imposible encontrar la entrada.
Segundo Puti: hay mas chicas pero no tantas. Una colombiana y dominicana nos entran. Le digo a mi hamijo que elija puta él primero, se declina por una que dice ser española. Mi hamijo le dice que no le gustan las españolas y como por arte de magia la chica se convierte en mexicana. Yo oteo el horizonte y a lo lejos veo una joven de piel muy blanca con un culo de los de epoca. Voy palla, como no hay apenas clientes, la entro y en cero coma ya estoy botando encima de ella. Que culo, absolutamente espectacular, y la tia no pone demasiados problemas, salvo el archiconocido «dame tu lechita cariño» que sale de su boca al minuto 4 y medio y que no para de repetir hasta la finalizacion del coito.
Ver ese culo cuando le estas horadando a cuatro patas es un recuerdo que tengo grabado a fuego para alimentar mis pajas sin videos porno, que quedara para siempre en mi memoria.
La digo, al final del polvo, que si ha pensado hacer porno algun dia. Me dice que no, que la podrian reconocer y bla bla. Se hace la loca y cambia de tema enseguida, no insisto. Que pena que una tia con un potencial bastante grande en el porno, se dedique a pilingui de puticlub de carreteta… una pena.
Vuelvo al ruedo y mi hamijo sigue ahi hablando con la mexicana en la barra de bar. Le pregunto que como es que no ha subido con ella, y me dice que cuando me fui, que con algo de luz pudo ver sus piños, y que se le bajó el cipote en un santiamen, porque la joven tenia los piños bastante guarros. Sigo sin entender como la gente va por la vida con los piños hechos una pena. Aunque para todo roto hay un descosio, le pones una almohada en la cabeza a la furcia y… aaaa folllaaarr!!! jajajaja
Nos vamos de alli y casi de seguido entramos en otro puti, asi con luces rojas, que te transmiten que alli hay guarrerida fina para el pueblo. Entrar a un sitio de esos es como cuando era niño que entraba en un parque de atracciones, la misma ilusion.
En este club hay mas tias, asi que se podra elegir un poquito mas, pero tampoco tantas. Como mi hamijo no ha follado, le dejo que elija de nuevo el primer. Como le veo indeciso, tiro por una con un escote generoso de cara muy mona. Es portuguesa, se queja de que no gana dinero, esta con un mono, quiero decir, una amiga suya con cara de mono. Obviamente me voy con la portuguesa, pero educadamente las digo que me cuesta elegir con cual de las dos irme para arriba a follar, porque las dos estan muy bien. Que triste que todos se vayan siempre con la amiga, que casualidad, oyes…
El polvo es estupendo, una mujerona de anchas caderas y pelo rizado larguisimo. Se lo recoge con una coleta, y ver esa mujer asi en bolas me da trempe instantaneo. Menudo culazo tambien tiene esta, vaya suerte la mia, dos pibones de dos. Ademas, huele de maravilla, asi si. Me pide el telefono por si viene a Madrid. El «dame tu lechita cariño» vuelve a sonar de nuevo, creo que es el hit del verano en todos los putis, como lo cantan todas….
Despues fuimos a otro puti mas, pero mas que un puticlub, aquello parecia una reunion de vecinas de Torrelavega, se habian reunido alli todas las feas del pueblo, porque no se explica tanto orco suelto por metro cuadrado. Eso ya nos acabó de destrempar por completo y decidimos dejar los putis por ese dia, fuimos a celebrarlo cenando en un lugar inhospito por ahi perdido, y la camarera, madre mia la camarera, sin duda la mas guapa y sexy de todas las que vimos ese dia. El unico problema es que no tenia precio. Pero que mas da? yo ya iba servidito, a cenar y a dormir como un saco de patatas. Mision cumplida, dia que no follas, dia perdido. Y ese dia folle por dos dias. Ole que ole.
En cambio mi hamijo no consiguió follar, con todas las que habia. Eso es lo que tiene ser tan selectivo cuando vas de putas, que al final no follas.
Ah, no vi a ninguna con cara de no querer estar ahi, eso de que las tienen explotadas y obligadas es un cuento de las feminazis, que vayan y lo comprueben por ellas mismas. Y si, a veces te encuentras tias buenas, fin del experimento.